03 diciembre, 2006

BOLETÍN 7


FELIZ NAVIDAD
Por Alvin Bellorín, cmf.

Qué hermoso comenzar este tiempo de navidad con el anuncio de una gran noticia, de un sorprendente optimismo, alegría y expectativa para todos los que esperan un mundo nuevo. Este tiempo de navidad es tiempo de esperanza y, a la vez, tiempo para renovar fuerzas para la construcción de un mundo más justo, más fraterno, más comunitario, donde todos juntos, en la casa grande, comamos de un mismo plato para celebrar el momento en que la creación entera estará alegre porque todo será plenitud.

Esto es la Navidad: tiempo de esperar y de luchar. Tiempo de la utopía porque Dios se ha encarnado y viene a nuestro lado: en la calle, en el bus, en la fábrica y en el cantón…; viene cantando saltando de alegría como un mensajero que anuncia la paz y la justicia... Pero también viene gritando y reclamando por una vida digna de ser vivida, viene quitándonos las cegueras de la opresión que no nos dejan ver a nuestro pueblo que se sume en la miseria. Nos lanza con una renovada esperanza para mantener encendida la llama de la fraternidad, la solidaridad y la igualdad.

Navidad desde abajo es experimentar cada acontecimiento como una revelación de Dios y sentir el llamado que sintieron los profetas para anunciar y denunciar. Anunciar al prometido de los tiempos que liberará al pueblo de las cadenas de la opresión y denunciar las injusticias productoras de muerte, pero, al mismo tiempo ser los ya liberados y encarnar el proyecto de Jesús: el Reino de Dios.

Si Dios vive en medio nuestro se rompen los privilegios, los exclusivismos y el poder que genera toda separación. Reconocer a este Dios implica romper con nuestra tendencia a buscar a Dios en lo que consideramos bueno o santo y atrevernos a leer su presencia en la naturaleza, en la historia, aún en los lugares y personas donde nos cuesta encontrarlo, donde más difícil nos resulta descubrirlo y aceptarlo.

Este es un tiempo oportuno para que miremos cómo esa encarnación de Dios en la persona de Jesús se va haciendo efectiva en nuestra vida. No solo se trata de admirar cómo Dios asume una cultura, se trata también de asumir la dinámica de esa acción encarnatoria, porque mediante esa acción Dios se muestra como servidor desinteresado y humilde a los demás.

Hoy se hacen realidad todas las grandes profecías de la salvación. ¡Feliz navidad!


MISIONEROS EN JUCUARÁN

Por Freddy Ramírez Bolaños, cmf.

Jucuarán es un Municipio del Departamento de Usulután, cercano a la Costa Pacífica. Es una zona campesina, sumamente pobre y, a la vez, con grandes proyectos turísticos que no parten de la realidad de su gente, sino de intereses económicos del extranjero. Sufre, además, de un marcado índice de emigración.

Fuimos invitados por el P. Francisco Serafín a dar un Taller de Éxodo en Septiembre y uno de Profetas en Noviembre. La experiencia con los delegados de la Palabra y con los dirigentes de los círculos bíblicos de la parroquia fue sumamente enriquecedora. Gente bastante joven y con muchos deseos de aprender nos impresionaron en su capacidad de unir Palabra de Dios y Vida-Realidad.

Incursionamos en el mundo del Éxodo partiendo siempre de la propia experiencia de las comunidades. “Aún vivimos muchas esclavitudes que no se diferencian mucho de las que vivieron los hebreos…” decían los participantes en las exposiciones.

Los Profetas levantaron chispa y pasión, sobre todo porque iniciamos con los profetas de nuestro hoy reciente: Mons. Angelelli, Mons. Gerardi y, por supuesto, Mons. Romero, tan querido y recordado en estas comunidades. Posteriormente incursionamos en los profetas del ayer; Oseas, Jeremías, Isaías II y Joel nos avivaron en su pasión por Dios y por el pueblo. Nos enseñaron lo importante que es la fe en Dios y la fidelidad que Él tiene a su proyecto de vida.

Mauricio, de la comunidad del Espino, artista como es, nos compuso una canción. Con guitarra en mano, al final del curso de Éxodo, nos cantó su propia realidad, la realidad del pueblo campesino que camina y sigue soñando en Jucuarán:

Han pasado tiempos
que han marcado tu historia
y, sin embargo, tú ahí estás.

Yo soy campesino y le canto a mi gente:
gente luchadora que busca la paz,
Un mundo distinto donde haya unidad.
Gente luchadora que busca la paz,
un mundo distinto de fraternidad.

Campesino que dura es tu lucha,
campesino ¡ay, qué dura es tu vida!
Y, sin embargo, vas adelante,
vas paso a paso por el sendero.

Has pasado hambres,
has pasado guerras,
y con valentía tú ahí siempre estás.

Tus hijos quedaron
allá en la montaña,
con una esperanza
ellos dieron sus vidas,
por un mundo nuevo
donde haya igualdad.

Campesino qué dura es tu lucha,
campesino ¡ay, qué dura es tu vida!
Y, sin embargo, vas adelante,
Con tu familia y con tu trabajo.

Ahora solo canta,
que escuchen tu voz
aquellos que nunca de ti se acordaron:
los que se engrandecen con tu sudor.

Ahora solo canta, canta campesino,
que escuchen tus quejas
en esta canción.


PROFESIÓN PERPETUA 2006

Por Freddy Ramírez, cmf

El pasado 25 de Noviembre realizaron su Profesión Perpetua nuestros hermanos Clemente Teret Pocón y Luis Enrique Carías Castillo. En el contexto de este día 25 de noviembre, Día internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, nuestros hermanos consagraron sus vidas al Señor y al Reino. Se consagraron como misioneros en El Salvador, país herido por la situación de violencia, pobreza y marginación contra la mujer. País, a la vez, que ha visto regada su tierra por la sangre de gente generosa y comprometida en la causa de los pobres. País con personas amistosas, trabajadoras y luchadoras a pesar de las situaciones de muerte e injusticia que viven. País que continúa esperando la tierra prometida, la utopía de una sociedad donde todos tengamos vida en plenitud.

Contamos con la presencia de numerosos amigos, amigas, gente de nuestros apostolados, familiares y hermanos de carisma. Durante la celebración en la Iglesia Parroquial de Armenia, Sonsonate, el Padre Provincial, Rodolfo Morales, les invitó a la fidelidad y sobre todo a vivir (y llevar en su equipaje) las virtudes misioneras del P. Claret: la caridad, la pobreza, la humildad, la mansedumbre… Pronunciando la fórmula de profesión Clemente y Luis ofrecieron sus vidas al Señor para servir a los últimos, los pobres. Dijeron al Señor aquí estoy, envíame a mí, al campo del mundo, para anunciar la buena noticia y liberar a los cautivos. Se pusieron en las manos de María para ser lanzados como saetas contra las fuerzas del mal y de la injusticia.

Después de la ceremonia pasamos al compartir en nuestra casa formativa. Alegría, colaboración, baile, comida, puntos artísticos y abrazos hicieron de la fiesta un momento inolvidable. Pidamos al Señor que acompañe a nuestros hermanos misioneros en sus nuevos destinos: Luis Enrique en Kuna Yala y Clemente en La Costa Abajo, Panamá.

ÁNIMO: ¡La misión les espera!.



LA PALABRA DE ROMERO

“Como quisiera gritar yo sobre todos los campos de El Salvador esta noche la gran noticia de los ángeles: "No teman, ha nacido un Salvador!" Lo que ahora parece insoluble, callejón sin salida, ya Dios le está marcando con una esperanza” (24 de Diciembre 1979)



CREENCIA

Creo en la luz del día,
soleado como ahora
penetrando en mis poros
con átomos benignos.

Creo en futuros días,
prolongados y claros,
donde una llama eterna,
ya nacida,
alumbrará las sombras
de los que aun mantienen
su conciencia dormida.

Yo creo en esa luz
y creo que vendrá…

Juan de Dios Galán
Poeta armeniense



ORACIÓN DE NAVIDAD

Señor, te esperábamos más grande,
y vienes en la debilidad de un niño.
Te esperábamos a otra hora,
y vienes en el silencio de la noche.

Te esperábamos poderoso como un rey,
y vienes humano frágil como nosotros.
Te esperábamos de otra manera,
y vienes así de sencillo.

Nos habíamos hecho una idea de ti,
y vienes, Señor, rompiendo todo lo previsto.
Danos fe para creer en ti,
y reconocerte así, como vienes.

Fortalece nuestra esperanza para confiar en ti,
en la sencillez en la que vienes.
Enséñanos a amar como amas tú,
que siendo fuerte te hiciste débil
para ser nuestra fortaleza en todo momento
y por los siglos de los siglos. Amén.

15 noviembre, 2006

BOLETÍN 6


UN PUESTO A LA MESA

Por Freddy Ramírez, cmf.

Nuestro contexto salvadoreño, marcado por el signo de la injusticia, experimenta aceleradamente un proceso de globalización económica que va de la mano con el empobrecimiento de la sociedad. Esto, aunado a todo un sistema histórico de marginación y discriminación de la mujer, ha provocado que la situación de pobreza y violencia contra la mujer se agudicen.

Multitud de mujeres experimentan en este país una esclavitud radical y sin salida. Ser mujer y ser pobre en El Salvador son dos condiciones que se convierten en un sinónimo escandaloso.

La historia es clara: la mujer no ha sido considerada digna de ocupar un puesto en la mesa. A pesar de que ellas han estado presentes en las diversas actividades económicas y sociales, sus aportes han estado invisibilizados, por las dificultades para acceder a la educación, al trabajo, a la participación política y en general a la igualdad de oportunidades.

Es por esto que en el contexto del 25 de noviembre, Día internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, queremos dedicar este número a este tema de actualidad. En efecto, El Evangelio de Jesús tiene una palabra profética para iluminar esta situación. No podemos hablar de proyectos pastorales y sociales sin contar con el 50.9 por ciento de la población del país. No podemos hablar de justicia ni de paz cuando la mujer es vista como objeto en el hogar o como mano de obra barata en las maquilas y en el campo. Debemos generar como Jesús un nuevo orden social fundado en la justicia y la igualdad entre todas y todos.

En este boletín recogemos también algunas ideas de cómo evitar la violencia en el hogar y damos una mirada al triste pasado del país, en el artículo “Masacres”. El objetivo es que nos demos cuenta hasta donde es capaz de llegar el ser humano que se deja llevar por la violencia y el ansia de poder y no repitamos la historia en nuestro hogar El Salvador.


ALTO A LA VIOLENCIA
Por Alvin Bellorín Zepeda, cmf.

La violencia en nuestra sociedad es un fenómeno que tiene muchas causas y produce muchas víctimas. Mujeres y niños se ven expuestos al fenómeno de la violencia intrafamiliar y es por esto que son el sector más vulnerable de la sociedad.

Este problema hunde sus raíces en lo que comúnmente llamamos “machismo”, es decir, en la discriminación, que niega la igualdad de trato y de oportunidades entre hombres y mujeres en los diversos aspectos de la vida, impidiendo que las mujeres ejerzan sus libertades y sus derechos. Es contradictorio que en este mundo que se dice “desarrollado” aun persista esta violencia que es probablemente la violación de los derechos humanos más habitual y que afecta a un gran número de personas.

En efecto, en el mundo existen millones de mujeres que son víctimas por razón de su sexo. En la familia y en la comunidad, en tiempos de guerra y de paz, la violencia contra las mujeres es la más extendida.

Las comunidades cristianas en Centroamérica viven y son testigos de esta cruda realidad, realidad que muchas veces es abonada por la indiferencia, la pobreza y la distribución desigual del poder y la autoridad.

Como cristianos comprometidos en la construcción del Reino de Dios debemos unir esfuerzos por ir creando una sociedad donde se respete la dignidad de la persona por encima de su sexo o condición social.


¿CÓMO PREVENIR LA VIOLENCIA?

Tomado de violenciaintrafamiliar.org

Es en los pequeños detalles donde la familia puede procurar que el ser humano crezca y se desarrolle como persona. Y es también en la familia donde se ubican las acciones que cada persona puede ejecutar para favorecer la prevención de la violencia.

Para prevenir la violencia en las relaciones familiares será indispensable, en primer lugar, reconocer y aceptar como principio básico que todos los miembros de una familia tienen la obligación de tratarse con respeto. Los que la integran son distintos entre sí, pero esto no quiere decir que unos sean superiores a otros, pues todos somos iguales en cuanto a la dignidad y el respeto a nuestros derechos.

Ningún argumento o razonamiento justifica el uso de la violencia. Esta es incompatible con la dinámica familiar y no es un método válido para resolver conflictos pues solo sirve para someter y controlar. Ninguno de los miembros de la familia tiene derecho a disponer de la libertad, la integridad, ni la vida de otro, aún cuando, como en el caso de una pareja, uno de los integrantes decida poner término a la relación. Esta relación nunca incluye la posesión o pertenencia del cuerpo ni de los derechos de otros.

Afecto: El afecto es tan imprescindible como las necesidades físicas básicas de abrigo y alimentación. Puede ser expresado en variadas conductas como caricias, abrazos, juegos y conversaciones.

Confianza: Los miembros de la familia deben poder confiar los unos en los otros y establecer límites sanos entre ellos. La confianza se va desarrollando a medida que las experiencias positivas van predominando sobre las negativas. También implica creer en la capacidad que cada uno tiene de aprender de los errores y de cambiar de manera positiva.

Cooperación: Todas las personas necesitan unas de las otras para poder vivir. Los integrantes de la familia deben ayudarse mutuamente para resolver sus problemas, tanto materiales como afectivos.

Humor: El buen humor, aunque no siempre sea fácil de lograr, ayudará a minimizar las tensiones propias de la vida y aceptar aquellas situaciones difíciles de modificar, permite hacer frente a la adversidad y recobrarse del dolor con mayor facilidad. El humor sano consiste en reír junto a otros y no a costa de otros; humor no es avergonzar, criticar o molestar.


MASACRES

Por Freddy Ramírez, cmf.

El pasado miércoles 1 de noviembre, víspera del “día de los difuntos”, abordamos el tema de las “masacres” en el programa de televisión “Construyendo el Reino” que se trasmite cada miércoles a las 7:00pm en Armenia y los sábados a la 1:00pm en San Julián. Por este motivo invitamos a Zaira Navas, abogada de Pro-búsqueda, quien trabajó junto con el Lic. David Morales, en coordinación con el Centro para la Promoción de los Derechos Humanos “Madeleine Lagadec” en la elaboración del libro “Masacres”. Dicho libro conforma una compilación de testimonios de masacres de la década de los años ochenta durante el conflicto armado civil salvadoreño.

El libro recoge once masacres con testimonios de 30 personas, documentación previa y sobrevivientes de esta práctica de los gobiernos de turno. Metayate, Palo Grande, Girones, El Zacamil, Sisiguayo, El Calabozo, Tenango-Guadalupe, El Refugio, San Francisco Echeverría, La Cueva, La Tigra y Copapayo son un grito que sigue clamando al cielo por justicia para sus muertos y resarcimiento para sus familiares. Todos los testimonios representan un esfuerzo de los sobrevivientes por reivindicar y dignificar la memoria de sus seres queridos muertos injustamente ya sea por llevar una Biblia en su mano o, simplemente por estar en el lugar equivocado.

Es necesario mencionar que estas masacres no corresponden a un fenómeno aislado de ultraviolencia durante la guerra. Toda la barbarie e inhumanidad de estas situaciones son el fruto de la política de “tierra arrasada” ideada por el gobierno y ejecutada directamente por las fuerzas armadas del país con el fin de eliminar toda huella de disidencia política y de cualquier signo de organización insurgente. Se quiso hacer una limpieza total e indiscriminada de los pueblos señalados como “rojos”, aunque entre ellos no hubiese personas involucradas en estos procesos.

Lo más lamentable es que estos delitos de “lesa humanidad” han sido silenciados con la injusta “ley de amnistía” que protege a los verdaderos criminales de este genocidio. A varios de los autores de estas masacres irónicamente se les celebra y conmemora como héroes civiles o militares. Tal es el caso del Coronel Domingo Monterrosa quien, según datos de los expedientes de la Comisión de la Verdad y Tutela legal del Arzobispado, es señalado como jefe de las fuerzas que realizaron la masacre de El Mozote. Los rostros de estos criminales y las imágenes de estos sucesos deben figurar en una galería del “Nunca Más”.

Debemos tener viva y despierta la memoria de estas situaciones para no repetirlas en el futuro de nuestro país, y debemos luchar para que se haga justicia verdadera para las víctimas de este pasado de terror.
LA PALABRA DE MONS.ROMERO
“La religión no consiste en mucho rezar. La religión consiste en esa garantía de tener a mi Dios cerca de mí porque le hago el bien a mis hermanos. La garantía de mi oración no es el mucho decir palabras, la garantía de mi plegaria está muy fácil de conocer: ¿cómo me porto con el pobre? Porque allí está Dios”.
(5 de febrero de 1978)



CON VOS ESTOY HABLANDO

De larga cabellera,
de pasos firmes,
has llegado al umbral
de la puerta-realidad.
Y el sonido rojo
que desgranan tus pies
al andar.
Tu belleza aun no te deja.

Mujer de hierro,
del campo y la ciudad,
con vos estoy hablando,
levanta esa mirada,
que el cielo es tuyo.
Que tus pies sobre la tierra.

¡Ven acá!
Trae tus herramientas,
trae tu sonrisa.
Y así entre gozos,
y así entre golpes,
¡la marcha!
ya hemos iniciado.

Bríndame tu mano mujer,
que somos hermanos.


Olignston José Cerda, cmf.

01 noviembre, 2006

BOLETÍN 5


LA TIERRA ES NUESTRO HOGAR

“El hombre vino sobre la madre Tierra. El hombre vino con ella. El hombre vino henchido del espíritu de Baba y Nana. El hombre vino para defender a la madre Tierra, para cuidar de ella, para sostenerla, para agraciarla y hacerla productiva” (Bab Igala; sabiduría del pueblo Kuna).

Por Alvin Bellorín, cmf.

En el marco de la celebración del Día Internacional de la ONU para la prevención de la explotación del medio ambiente (6 de Noviembre), recordamos y hacemos presentes a los Jesuitas Mártires de la UCA en su XVII aniversario (16 de Noviembre). Ellos y todos los mártires son el signo de vanguardia más elocuente en la defensa de la vida; ellos son la referencia de que para construir “otro mundo posible” es necesario hacerlo con cimientos inquebrantables como el hecho de “dar la vida” por la vida misma.

Soñamos una vida en plenitud donde toda la creación vuelva a ser según el proyecto de Dios. En nuestras manos está la responsabilidad de defender, cuidar, sostener, agraciar y hacer productiva a la madre Tierra. Para ello debemos llegar a tener una experiencia profunda de que la Tierra es nuestra madre y nuestro hogar. No estamos solos, somos muchos los que habitamos esta casa y todos dependemos unos de otros, pero en las manos del hombre y la mujer está la capacidad de hacer habitable este único hogar. Debemos estar concientes que nuestro medio ambiente está en peligro y sobre nosotros recae la responsabilidad de la destrucción o la salvación de nuestra casa. Urgen acciones que detengan las políticas que ven a nuestro hábitat como un producto que explotar y vender.

La Tierra está cansada y, en algunos lugares, son claros los signos del debilitamiento de nuestra madre Tierra. “Estamos en un momento crítico de la historia de la Tierra, en el cual la humanidad debe elegir su futuro. A medida que el mundo se vuelve cada vez más interdependiente y frágil el futuro depara, a la vez, grandes riesgos y grandes promesas. Para seguir adelante debemos reconocer que, en medio de la magnífica diversidad de culturas y formas de vida, somos una sola familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común” (Carta de la Tierra).

Por tanto, nuestra invitación en este número es a la toma de conciencia para ir construyendo una sociedad fundada en el respeto hacia la naturaleza, la promoción de los Derechos Humanos y la creación de una economía alternativa que esté al servicio de todas las personas.


16 DE NOVIEMBRE: MÁRTIRES JESUITAS DE LA UCA


Tomado del libro “Orar la historia…y el conflicto”, de Jesús Manuel Sariego y José Ma.Tojeira.

Los mártires jesuitas de El Salvador nos sugieren muchas cosas. Su dedicación en la búsqueda de fórmulas estructurales de paz con justicia, su disposición al riesgo, su entrega, su capacidad intelectual al servicio de los demás, sus méritos en la lucha, su vida entera, se prestan a la reflexión.

Sin embargo, tal vez a ellos les gustaría que se meditase sobre su vida, uniéndola con la de aquellos a los que defendieron. Y nada mejor para ello que unir su muerte al tema que sirve para unir tanto asesinato cometido durante la guerra civil de El Salvador: la impunidad.

Famosos, con una solidaridad internacional impresionante, con amenazas de suprimir la ayuda militar estadounidense indispensable para la guerra, el crimen cometido contra ellos ha quedado en la impunidad. La solidaridad y el trabajo en el interior del país logró llegar hasta quienes finalmente dieron la orden de matar. Pero una amnistía, de dudosa legalidad, cubrió inmediatamente sus delitos. Los jesuitas sufrieron así la misma suerte de los pobres, muertos como ellos, injustamente, y en el mismo ambiente de impunidad.

De este modo, los mártires jesuitas unen sus voces, con los matices de sus recias personalidades, a las de todos aquellos y aquellas que claman en favor de la justicia, en contra de la impunidad.

Frente a ese terrible olvido con el que los verdugos gustan tapar sus crímenes y que tiene como aliado el tiempo, los cristianos primitivos, en tiempo de persecución, acostumbraban a citar el Salmo 72, 14, que dice que el Señor "librará su alma de la violencia y la opresión, y su sangre será preciosa ante sus ojos". Esa sangre preciosa que, porque lo es, se convierte en grito y en reclamo en la Jerusalén celestial, clamando precisamente contra la impunidad: "¿Hasta cuándo, Dominador Santo y Justo, estarás sin hacer justicia y pedir cuenta por nuestra sangre a los habitantes de la tierra?" (Ap 6, 10).

Siendo como son, testimonio y reclamo permanente contra el abuso y la impunidad de los poderosos, no podremos celebrar a nuestros mártires sin sumamos a ese clamor que pide justicia. Justicia para el niño y la niña que muere de hambre en la huida de su aldea bombardeada, víctima no sólo de un ejército criminal, sino de unas bombas que fueron vendidas por personas con nombre y apellido. Justicia para los fusilados masivamente por ser hombres y mujeres que pertenecían al bando contrario. Justicia para las mujeres cuyos niños y niñas fueron arrancados de sus pechos, cuya dignidad fue violada y cuyos cuerpos en flor fueron destinados a morir en la tortura. Que la vida de nuestros mártires, con Ellacuría al frente, con toda su radicalidad y lógica implacable, nos den fuerza para luchar en la construcción de un mundo más humano.


“SÍ” A LA VIDA, “NO” A LAS MINAS

“Desde el seno de los diversos países del continente está subiendo hasta el cielo un clamor cada vez más tumultuoso e impresionante. Es el grito de un pueblo que sufre y que demanda justicia, libertad, respeto a los derechos fundamentales del hombre y de los pueblos” (Puebla 87)

Por Freddy Ramírez, cmf.

La minería es uno de los temas de debate público en El Salvador. En este momento el Estado salvadoreño ha concedido 23 licencias para la exploración minera. Constatamos una vez más la codicia del sistema económico neoliberal que inspira el mal llamado “progreso” de este país. Este sistema ve al medio ambiente como fuente de su enriquecimiento y como mercancía privada. En este sistema a la naturaleza no se le considera “la madre Tierra”, ni mucho menos como “hermana”: es un botín en manos de los que siempre han robado nuestro patrimonio común. En efecto, las zonas donde estarán ubicadas las industrias extractivas, son los territorios que garantizan la soberanía alimentaría de nuestro país y donde se produce el 60% de la producción de alimentos. Además, en esta región están ubicados los ríos más estratégicos, como el Lempa, el Sumpul, el Torola y el Grande de San Miguel. El proyecto minero tendrá un fuerte impacto ecológico en nuestros ríos y, por ende, en la biodiversidad del territorio.

“En un territorio relativamente pequeño y densamente poblado, la actividad minera puede tener repercusiones severas, tanto en la población vecina como en el medio ambiente”, dicen los estudios de OXFAM (confederación internacional dedicada a paliar la pobreza e injusticia), basados en investigaciones de varias partes del mundo.

Consejos comunitarios, encuentros de debate, peticiones a la Asamblea Legislativa, marchas, manifestaciones y bloqueos en carreteras, han sido las acciones emprendidas para evitar que la industria minería se instale en detrimento de nuestros pueblos, con proyectos altamente rentables para las trasnacionales, pero negativos para los que residen en estas regiones.

No es posible concebir una sociedad justa y democrática desde el principio de la codicia. Nuestra misión como cristianos es construir un mundo sin pobreza y nuestra meta es permitir que las personas ejerzan sus derechos y manejen con libertad sus propias vidas. Tomemos conciencia de ésta situación y solidaricémonos con quienes luchan a favor de nuestros hermanos campesinos. Digamos juntos: ¡Nuestro país no está en venta!.

* * * * *

“Desde un punto de vista cristiano, no puede haber Iglesia de Jesucristo, no puede haber salvación histórica, sin que el pueblo de los más necesitados, renacido a una vida nueva por la presencia del Espíritu, sea el sujeto primario de ella”
Ignacio Ellacuría, Escritos Teológicos II, p. 355.


“La Iglesia se predica desde los pobres y no nos avergonzamos nunca de decir: la Iglesia de los pobres, porque entre los pobres quiso poner Cristo su cátedra de redención”
Monseñor Romero, 24 de diciembre de 1978.

15 octubre, 2006

BOLETÍN 4


LLEVAR BUENAS NOTICIAS A LOS POBRES

Por Freddy Ramírez, cmf.

Queridos hermanos y hermanas, el próximo 24 de octubre estaremos celebrando la fiesta de Antonio María Claret, fundador de los Misioneros/as Claretianos/as. Es, para nosotros, motivo de profunda alegría poner en sus manos este boletín que recoge un poco de las experiencias de nuestro trabajo misionero, herencia de este hombre de Dios que hoy la Iglesia reconoce como santo.

El próximo año 2007, estaremos celebrando el II centenario del nacimiento de este Misionero de Fuego. Por esto queremos ir avivando su memoria entre los que compartimos la misión y el carisma del anuncio profético de la Palabra de Dios.

Tenemos, también, como fecha importante, la celebración del día internacional para la erradicación de la pobreza. El 17 de octubre es el día de la lucha contra la explotación, la violencia y la ignorancia. Hambre, SIDA, analfabetismo, discriminación, desplazamientos masivos, migraciones, son caras de una misma moneda. Es insostenible la paradoja global en la que estamos: ésta es la época que ha generado más riqueza y, sin embargo, en ella, se registran los porcentajes más altos de pobreza de toda la historia de la humanidad . La Organización de las Naciones Unidas tiene el objetivo de reducir a la mitad el número de pobres en el mundo para el año 2015. Esta meta no es un sueño inalcanzable, depende de la voluntad política de los países y de las organizaciones que poseen la mayoría de la riqueza, y de los que creemos que es posible un mundo más justo para todos.

A todos nuestros amigos y amigas, muchas gracias. Con su generosidad y su solidaridad con los más pobres es como podemos seguir adelante en esta obra de Dios. Unámonos, pues, en la construcción de una sociedad nueva en la que todos tengamos vida en abundancia.


MISIONEROS EN SAN JULIÁN

Por Clemente Teret, cmf.

San Julián es un municipio que pertenece al Departamento de Sonsonate. Este año iniciamos el apoyo misionero en la parroquia de este lugar. El Pbro. Abel Castaneda Nieto gustosamente nos abrió las puertas y nos confió el acompañamiento del sector No. 7, que consta de cuatro cantones o sub-sectores: El Palmar, Peña Blanca, Palo Verde y El Balsamar. La misión específica que recibimos del Pbro. Abel, para el acompañamiento de estas comunidades, fue, sobre todo, la de la formación para los agentes de pastoral de la zona y, al mismo tiempo, a través de dicha formación, motivar a más fieles cristianos a comprometerse en la Iglesia.

Emprendimos la tarea de fortalecer la formación de estos laicos comprometidos. En la primera mitad del año compartimos con ellos temas importantísimos de Antiguo Testamento y de Eclesiología. En esta segunda mitad del año estamos trabajando, junto con mi compañero Olingtons, en temas sobre Nuevo Testamento y Eclesiología de la Liberación en América Latina. La dinámica que se sigue en este proceso es la de tratar de buscar el mensaje esencial de cada tema y su actualización en la realidad, de modo que se fortalezca el compromiso cristiano en el ámbito social y en el quehacer comunitario y parroquial.

Estamos en estas comunidades los días sábado y domingo. Aprovechamos, también, para realizar visitas a los enfermos, ancianos; y animamos a los habitantes de estos cantones que están un tanto alejados de la comunidad eclesial. Damos especial importancia al acompañamiento de los grupos juveniles de los cantones. A través de temas apropiados queremos remarcar, sobre todo, el papel protagónico que tienen los jóvenes en la sociedad y en la Iglesia.

Esta experiencia, en definitiva, es una muy buena escuela para nosotros que estamos en la formación inicial, con miras a la incorporación definitiva en las zonas misioneras claretianas. Para nosotros es enriquecedor el mutuo acompañamiento que se realiza en estos cantones. Nosotros acompañamos a los laicos en su caminar y a la vez ellos nos acompañan y nos ayudan en nuestro discernimiento vocacional y en nuestra formación como misioneros al servicio del Reino de Dios.


MENSAJEROS DE LA BUENA NUEVA

Por Luís Díaz, cmf.

¿Quiénes son los pobres? Son los olvidados de todos los tiempos, los que forman la inmensa mayoría de nuestros pueblos. Aquellos a los cuales nuestras políticas sociales y económicas, cada vez más, les quitan el derecho a vivir como seres humanos.

En la Escritura nos encontramos con la respuesta de Dios ante la realidad de abandono y marginación a la que están sometidos los pobres. Dios toma partido por ellos haciéndolos sujetos de buenas noticias. Después denuncia cualquier atropello a su dignidad (Cfr. Is. 61,1). Este mismo anuncio formará parte, también, de la vida y misión de Jesús (Cfr. Lc. 14,18).

San Antonio María Claret tomó como suyas estas las palabras del Evangelio y se sintió enviado y ungido por el Espíritu a ser mensajero de la Buena Nueva. Su vida entera la va a entender como un buscar, por todos los medios, la salvación integral de las personas.

Los pobres no quieren de nosotros aquello que nos sobra; nos invitan a compartir lo que a ellos más les interesa: la lucha por la vida. Nuestro anuncio, para que de verdad sea buena noticia, deberá ir acompañado no sólo de palabras, sino, también, de una praxis decidida por la recuperación de su dignidad, de un estar a su lado en la búsqueda de la justicia y, finalmente, de una convencida opción por ellos. De esta manera habremos comprendido las palabras de Jesús: “Lo que hagan con uno de estos pequeños lo hacen conmigo” (Cfr. Mt. 25, 37-45).


*****

“Veo que nos hallamos en un siglo en que no sólo se adora el becerro de oro, como lo hicieron los hebreos, sino que se da culto tan extremado al oro, que se ha derribado de sus sagrados pedestales a las virtudes más generosas. He visto ser ésta una época en que el egoísmo ha hecho olvidar los deberes más sagrados que el hombre tiene con sus prójimos y hermanos, ya que todos somos imágenes de Dios, hijos de Dios, redimidos con la sangre de Jesucristo y destinados para el cielo”.
(San Antonio Mª Claret, Aut. 358)


“Si uno vive un cristianismo que es muy bueno, pero que no encaja con nuestro tiempo, que no denuncia las injusticias, que no proclama el reino de Dios con valentía, que no rechaza el pecado de los hombres, que consiente, por estar bien con ciertas clases, los pecados de esas clases, no está cumpliendo su deber, está pecando, está traicionando su misión”.
(Monseñor Romero, 21 de agosto de 1977)

01 octubre, 2006

BOLETÍN 3

EL ROSTRO MÁS VULNERABLE

Por Alvin Bellorín Z, cmf.

En una sociedad donde que cada vez se vuelve más difícil acceder a los medios que proporcionan lo básico para poder vivir, es necesario ubicarnos desde una experiencia cristiana que valore la vida y la dignidad humana. Es urgente que reflexionemos qué país y qué sociedad estamos construyendo para que los niños/as salvadoreños/as puedan desarrollarse hacia una vida con dignidad, con oportunidades de educación y salud.

Jesús mismo nos interpela y cuestiona nuestro modo de entender al niño/a. En la sociedad judía de su tiempo, los niños/as no tenían ningún valor y eran considerados nada. Sin embargo, él se acerca a ellos/as, los/as más pequeños/as y despreciados/as, reconociendo su valor como personas humanas e hijos/as de Dios.

En esta realidad de injusticia que vivimos, los/as niños/as son el rostro más vulnerable. Recordemos, por ejemplo, los sufrimientos y estragos que provocó el Stan hace un año. Muchos de ustedes fueron damnificados y testigos, con sus propios ojos, de que las víctimas más sensibles de la catástrofe fueron los niños/as. Ellos/as guardarán en su cuerpo y en su memoria las heridas que provocó la tormenta.

El niño y la niña, en su desarrollo como persona, va buscando darle sentido a su vida y a su historia. De ahí la importancia de que nosotros/as, los/as que de algún modo tenemos parte en la construcción de este país, nos coloquemos frente a los miles de niños/as de la calle, los/as trabajadores/as, los/as niños/as del campo, los/as que venden en los buses, los/as niños/as que son víctimas de la violencia intrafamiliar, los/as niños/as que viven solos/as, sin sentir la mano protectora de sus padres porque se fueron, emigraron, buscando un futuro que aquí no se encuentra… Sería bueno que nos colocáramos frente a estos rostros pequeños y nos preguntáramos: ¿tiene sentido esta sociedad que estamos construyendo?

DEJEN QUE LOS/AS NIÑOS/AS VENGAN A MI
La Fraternidad y Buena Vista son dos comunidades surgidas en Armenia, en el Cantón de Tres Ceibas, como resultado de la conflictiva y dolorosa situación iniciada con el terremoto del 13 de Enero del 2001. Doscientas familias pobres, en su mayoría provenientes de terrenos del ferrocarril y también de diversos cantones del municipio –donde los adobes y los troncos no soportaron la fuerza de la naturaleza–, emprendieron la tarea de construir una casa digna para todos, apoyadas con la generosa iniciativa de los Hermanos Maristas, la Cooperación Italiana y la Cruz Roja Alemana.

Por Oscar Barrera, cmf.

Intentaré compartir con ustedes el trabajo que, junto con mi compañero, Carlos Menjívar, estamos realizando en dos comunidades de Armenia: Buena Vista y La Fraternidad. La intención de nuestro apostolado en estos dos lugares es cultivar y reforzar los valores del Reino en las niños/as y en las familias.

En La Fraternidad ya se viene haciendo un trabajo de acompañamiento desde hace algunos años, a raíz del terremoto. Creemos importante darle continuidad a estos esfuerzos y, en esta oportunidad, ampliar el horizonte en la comunidad de Buena Vista.

Hemos comenzado a visitar las familias para conocer y darnos a conocer. Queremos enterarnos de sus quehaceres y escuchar, para descubrir juntos lo que el Dios de la vida nos quiere decir desde cada problema, enfermedad, necesidad, etc. Además, convocamos y motivamos a los niños/as, intentando despertar en ellos/as la práctica de valores para que aporten algo nuevo y bueno a sus hogares. Nos valemos, para ello, de juegos deportivos, dinámicas y otras actividades.

Al entrar en contacto con la realidad que viven las personas de Buena Vista y Fraternidad, nos hemos dado cuenta de que la promoción social debe ir acompañada por la promoción humana, es decir, que el cultivo de valores, tanto a nivel personal como familiar, tiene que acompañar el proceso de desarrollo y de trabajo comunitario. Esta unión es necesaria para que la convivencia entre las familias esté coloreada de respeto, solidaridad, amistad, alegría, cooperación y otros valores necesarios para la construcción de comunidades nuevas.

Soñamos hacer una comunidad que convoque a aquellas personas que deseen descubrir, a través de la Palabra, lo que el Dios de Jesús -Dios que comparte el sufrimiento humano y desea que todos sus hijos/as tengan vida digna y abundante- quiere decirles en sus vidas. Y queremos que en la vida de cada persona y familia se encarne la Palabra de Dios.

En el Dios de la vida ponemos nuestra confianza para que este terreno humano de La Fraternidad y Buena Vista nos permita sembrar y descubrir los valores del Reino.


LA SEMILLA DEL SABER...

Por Dayanna Monterroza,
Alumna de las Escuelas de Teología Pastoral.

Conocer a Dios desde la teología es de vital importancia para los cristianos/as comprometidos/as en la Iglesia. Por eso, las Escuelas de Teología son una experiencia nueva en la cual se siembra la semilla del saber cristiano. Tal experiencia dará sus frutos en todo lo que emprendamos, ya sea en nuestra vida personal o en el trabajo que como laicos/as realizamos en los diferentes movimientos pastorales de la Iglesia.

En nuestra vida personal esa semilla del saber se refleja en las actitudes que como personas tenemos ante las diversas situaciones. Conocer al DIOS-AMOR revelado en Jesús nos hace actuar desde las convicciones más profundas de nuestro ser. Por eso, en el desempeño pastoral, asumimos la misión de aplicar nuestros conocimientos teológicos y compartirlos con todos/as nuestros/as hermanos/as, con el objetivo de hacer más fuerte nuestra fe y avivar nuestro compromiso social y cristiano


A UN AÑO DE LA TORMENTA STAN
"Un desastre con varias causas y una sola víctima: el pueblo pobre"

Por Luis Carías, cmf.

Hace un año el huracán Stan, de categoría 1, que llegó a nuestro territorio salvadoreño convertido en tormenta tropical, dejó al descubierto la vulnerabilidad de nuestro país y la carencia de políticas públicas que estén dirigidas a eliminar nuestra fragilidad. Según la Red de Estudios Sociales en Prevención de Desastres en América Latina (La Red) se entiende por vulnerabilidad “la falta de capacidad de una persona o grupo para anticipar, sobrevivir, resistir y recuperarse del impacto de una amenaza natural”. Además, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) agrega que “la vulnerabilidad de un país es producto de la urbanización rápida y no regulada, la degradación del medio ambiente causada por el mal manejo de los recursos naturales, la política pública ineficiente y los rezagos y desaciertos de las inversiones en infraestructura”. Todos estos elementos de ambas definiciones nos hacen pensar inmediatamente en las políticas públicas vigentes de nuestro país. Son, por tanto, factores humanos y no naturales la causa mayor de nuestro desastre.

De todos es sabido que es casi imposible evitar los fenómenos naturales; sin embargo, se puede reducir la vulnerabilidad con medidas concretas, tales como: evitar el deterioro del medio ambiente que ocasiona la deforestación, la quema de las montañas, la costumbre del botar basura en donde sea, la desaparición de los manglares de las zonas costeras, etc.

En contraposición a lo anterior, el concepto de desarrollo (progreso) que manejamos en El Salvador, es el de carreteras, puertos modernos, centros comerciales… ¿Acaso la “moderna” Vía-Express valorada en más de 47 millones de dólares no está contribuyendo a desforestar el principal bosque del área metropolitana? ¿La pérdida de los manglares en donde se construirá el Puerto de Cutuco es recuperable? Hasta pareciera que la Cordillera del Bálsamo nos hablara con sus constantes derrumbes, después de haberla atravesado con nuestra “necesaria” carretera panamericana. Ante esto es bueno recordar las palabras de Monseñor Romero: “¡Qué sacrificios enormes se hacen ante la idolatría del dinero! Todo se comercializa. Todo es lícito ante el dinero” (Homilía 11 de septiembre de 1977). Además, la sobre-valoración de las tierras urbanas de nuestras ciudades en crecimiento hace que la mayoría de la gente pobre viva cada vez más al margen y en evidentes zonas de riesgo. Ante esta situación se hace necesario recordar las frases del olvidado Concilio Vaticano II: “Los responsables de las inversiones deben orientarse a asegurar beneficios suficientes a la población presente y futura” (cfr. GS 70).

Lo lamentable es que cada año los daños sean mayores, y no estamos sólo hablando de infraestructura y riqueza material, estamos hablando de invaluables pérdidas humanas. Es importante que las autoridades y las bases realicemos acciones concretas para contrarrestar esta situación.


NIÑOS DE LA CALLE
En las grises calles de las ciudades
o en áridas tierras de pueblos perdidos,
por doquier deambulan, entre vicio y mugre,
las caritas sucias de ojos dolidos,
de manos vacías, de sueños sombríos
que a sus cortos años pasmados descubren
un mundo egoísta, de ambición y muerte,
que los abandona a su incierta suerte.

Y hay quien los critica porque son rateros,
porque inhalan tinta y son agresivos,
porque a nadie aman, porque son ateos,
porque son escoria ¡niños no queridos!

Qué vergüenza siento que yo forme parte
de una sociedad que nada comparte,
que, inmersa en su mundo de absurdos valores,
olvida esos niños que son baluarte
de un mundo futuro con personas mejores.

Porque nada hacemos para conquistar
el derecho de esos niños que imploran piedad
¡Que si inhalan tinta es para olvidar
que son el oprobio de esta cruel sociedad!
Qué triste que el hambre los queme por dentro,
que sus ojos secos no sepan llorar,
y su voz se pierda, como hoja al viento,
al oído sordo de mi sociedad.

¡Ay! Qué vergüenza siento por no reparar
en que soy culpable ¡por complicidad!

Autor desconocido

03 septiembre, 2006

BOLETÍN 2


FIESTAS PATRIAS
¡Señor, no tienes manos, tienes sólo nuestras manos para construir un mundo donde habite la justicia!

Estamos, amigos y amigas de “Construyendo el Reino”, en el llamado “mes de la patria”, en el que, con diversas actividades culturales, los salvadoreños y salvadoreñas recordamos la firma histórica del acta de independencia del reino de España, en 1821. Sin duda alguna, es una de las celebraciones más alegres y festivas de nuestro pueblo. Tristemente contrastamos que los colores y la música se convierten en una cortina de humo, precisamente para ocultar nuestra situación de no libertad y “dependencia” de las potencias internacionales. La violencia campea en nuestras instituciones, calles y hogares. Tenemos miedo, callamos ante la injusticia por temor a las represalias de los poderosos, no hay justicia efectiva para los pobres, no se nos permite decir lo que pensamos…

Con este número queremos despertar en nosotros y en ustedes el potencial utópico y esperanzador de los que ponen su palabra y su acción al servicio del pueblo. Hoy, más que nunca, estamos llamados/as a la transformación de nuestra situación de “dependencia”. No podremos construir una civilización humana y humanizante mientras los mecanismos de injusticia neoliberal se complejizan cada vez más con los TLC y las políticas de alianza con las potencias que pisotean la dignidad de nuestro pueblo. No podemos ser realmente libres e independientes cuando el temor nos hace dar marcha atrás en el reclamo de nuestros derechos humanos básicos. Es necesario ir delineando en nuestras comunidades una teología y praxis cristianas que partan de la vida real los pobres y los marginados de nuestra Patria Grande, si realmente queremos un nuevo orden social.

Queremos dar las gracias por todo el apoyo y palabras de ánimo que nos han dado hasta el momento. Sinceramente creemos que este boletín es fruto del encuentro con cada uno de los/as que como ustedes ofrecen sus manos libres y generosas para construir el Reino de Dios en este suelo y en esta historia.
¡VIVA LA INDEPENDENCIA! ¿DE QUÉ?
Centroamérica celebra en el mes de septiembre su independencia de España. El 15 de septiembre de 1821 las provincias de Centroamérica se proclamaron independientes de la corona española y, por eso, en los distintos ambientes de trabajo y estudio, se le da una especial relevancia a todo lo que tiene que ver con la patria, los héroes que la forjaron; se exalta el nacionalismo y, por eso, nuestro corazón late más fuerte cuando escuchamos el himno de nuestra patria que nos hace sentir verdaderamente salvadoreños, nacidos en este terroncito de América. Al cantarlo, se evocan las batallas libradas, la sangre derramada, por conseguir una libertad y una igualdad muchas veces empañada por intereses egoísta de hombres y mujeres que se creen los dueños del país.

En estas fechas los sonidos enardecedores de las bandas estudiantiles y los colores patrios hacen que nuestra memoria histórica se olvide o muchas veces el mercado se encarga de ello. La verdadera independencia o, mejor dicho, la lucha por una verdadera independencia, se ha ido coloreando de un sensacionalismo y de un nacionalismo superficial que no toma en cuenta la realidad de nuestro país y de los demás países centroamericanos que están sometidos a potencias extranjeras por medio del mercado.

Es bueno que en estas fechas, en que se nos recuerda aquel proyecto de nación que empezó hace ya muchos años, nos demos cuenta que la independencia de los países centroamericanos y los demás países de Latinoamérica fue decisión de los criollos, o sea, de españoles nacidos en América, en contra de los españoles peninsulares. Este levantamientos de los criollos no tuvo nada que ver con la situación de explotación y miseria que vivían los indígenas. Por eso, la libertad tantas veces proclamada y la prosperidad que se esperaba con la independencia fue sólo para un grupo de criollos hacendados. Luego, sus hijos y los descendientes de éstos son los que hoy siguen controlando los destinos de los países “independizados”.

Jesús de Nazaret, en su praxis profética, luchó decididamente por la libertad y dignidad de su pueblo. Su convicción más profunda era que Dios es glorificado en la medida que los pobres fuesen libres, tuvieran pan, salud y un lugar en la sociedad. Los/as cristianos/as al recibir nuestro bautismo nos comprometemos a vivir como Jesús este compromiso radical de servicio al pueblo. Si hablamos de los principios del amor, de la fe y de la esperanza, tales principios deben tener una concreción histórica en nuestra vida ordinaria. Tal concreción, a nivel social, equivaldría a la justicia ejercida a favor de los pobres.

De la historia de El Salvador hoy tenemos que replantearnos nuestra forma de celebrar la independencia: ¿no será que necesitamos una nueva independencia, que sea para todos/as? En este momento no basta con emocionarse al escuchar las notas sagradas del himno nacional y ver las marchas en las calles. Hacen falta políticas que promuevan un desarrollo integral para todos/as.
¿DÓNDE ESTÁN LOS DESAPARECIDOS/AS?
El pasado martes 29 de agosto abordamos el tema de los “desaparecidos/as” en el programa de televisión “Construyendo el Reino”, que se trasmite cada miércoles a las 7:00pm en Armenia y a la 1:00pm en San Julián. Por este motivo invitamos al Sr. Mario Sánchez, director de Pro-Búsqueda, para que nos iluminase, desde su experiencia, la situación de las familias que, durante el conflicto armado, tuvieron este problema de desapariciones forzadas.

Según nos contó el Sr. Sánchez, Pro-Búsqueda se constituyó formalmente el 24 de agosto de 1994 en Guarjíla, Chalatenango. Es una organización de derechos humanos, sin fines de lucro, integrada por familiares de niñas y niños desaparecidos; jóvenes encontrados; y personas identificadas con la problemática. La Asociación realiza la búsqueda de niñas y niños desaparecidos durante el conflicto armado que vivió El Salvador. Promueve la reintegración familiar y social; recupera los derechos de identidad de las víctimas y promueve su reparación moral y material.

La misión de Pro-búsqueda es “encontrar el mayor número de niñas y niños desaparecidos a causa del conflicto y, a través de este encuentro, concretar las demandas de verdad, justicia y reparación, y contribuir a la creación y al fortalecimiento de instituciones que retomen esa problemática.”

Dentro de sus objetivos están el promover la búsqueda de las niñas y los niños desaparecidos por causa del conflicto armado; defender el derecho a la identidad de las niñas y los niños desaparecidos; defender los derechos correspondientes a la filiación de los familiares y jóvenes encontrados; promover la integración entre los jóvenes encontrados, la familia de origen y la familia adoptiva y/o sustituta; reivindicar el derecho a la reparación moral y material para los familiares de niñas y niños desaparecidos a causa del conflicto y de los jóvenes encontrados, y, sobre todo, contribuir a la recuperación de la memoria histórica para abrir el camino a una verdadera reconciliación nacional.

Por último nos compartió los resultados de casos para el 2004: De los 743 casos registrados en Pro-Búsqueda hasta diciembre de 2004, la unidad de investigación ha reportado un total de 292 casos resueltos, de los cuales 166 son reencuentros, 88 localizados y 38 niñas y niños han sido localizados fallecidos. Quedan en calidad de desaparecidos un total de 451 casos.

Para quien quiera contactar a Pro-búsqueda puede remitirse a los siguientes números telefónicos: (503) 2226-6530 / 2235-1039 / 2235-1041. Fax:(503) 2226-6530.

Aquí estamos

Una bandera muy en alto,
a la gran patria
el pueblo que canta y grita.

Orgullosos somos,
de ser en nuestra tierra,
luchadores por la vida
amarga y dulce que nace.

Cantemos y vivamos,
nuestra tierra es con nosotros,
nuestra patria otra es posible,
sin que la rodilla doble
sin que la frente decaiga,
por luchar donde vivimos
por vivir donde luchamos.

Que nadie nos grite:
¡Basta ya!
Que nadie nos diga:
¡Hasta aquí llegaste!
Nuestra tierra es con nosotros,
amarga y dulce que nace,
y siempre la celebramos.

Olingstons Cerda, cmf

01 septiembre, 2006

NUESTRO PRIMER BOLETIN


SOLIDARIOS/AS EN LA COMUNICACIÓN
“La solidaridad es algo más que un gesto, un sentimiento o hacer campañas; es un modo de sentir y de actuar, es hacerse causa común y compartir las situaciones, los intereses y aspiraciones de los más empobrecidos”.

La solidaridad y la comunicación son dos amigas que caminan de la mano y se complementan mutuamente forjando un pensamiento nuevo que nos hace capaces de ver la realidad con ojos nuevos, sin egoísmos de ninguna clase. La comunicación, para que sea tal, tiene que ir llena de contenido, pero de un contenido que implique al ser humano, que haga referencia al otro, no como un objeto sino como una persona en toda su dignidad, con toda su historia, su vida, sus gozos, esperanzas y angustias. Y la solidaridad tampoco puede llevarse acabo sin la comunicación, porque ella nos hace conocer y aproximarnos al sufrimiento del otro, “del prójimo”.
Con este boletín pretendemos: formar una red solidaria de comunicación, donde todos y todas, desde nuestras labores cotidianas, trabajemos por conseguir una sociedad más justa, más humana y más fraterna.

No estamos solos, no somos islas, a todos y todas en los cantones de Armenia y San Julián, PROCLADE, las Escuelas de Teología y demás organizaciones hay algo que nos une: la solidaridad. Construyamos, pues, un tejido de relaciones que fortalezcan nuestros proyectos e iniciativas, humanizando los medios de comunicación, haciéndolos nuestros, apropiándonos de ellos, como herramientas que nos ayuden a concientizarnos, y a liberarnos de todo aquello que no nos deja crecer como personas con dignidad.


31 DE AGOSTO, DÍA INTERNACIONAL DE LA SOLIDARIDAD
Actualmente, la palabra solidaridad es utilizada muchas personas e instituciones. Desde diferentes ámbitos se apela a la solidaridad como uno de los valores fundamentales para las relaciones humanas.

¿Por qué se insiste tanto en los últimos tiempos en la necesidad de establecer relaciones solidarias? La respuesta está en la época que nos ha tocado vivir, una época en la que las desigualdades están a la orden del día. La famosa globalización de la que todo el mundo habla está teniendo consecuencias desastrosas a muchos niveles. El sistema actual, basado en una economía capitalista globalizada, comporta situaciones de injusticia social y económica. En este contexto, se ha producido el incremento brutal de la pobreza con especial énfasis en las mujeres y la niñez.

El modelo de economía actual, guiado por criterios de enriquecimiento y dominación, está siendo cuestionado por muchas personas. Debemos demandar un nuevo modelo de globalización: un proceso de globalización solidario que tenga al ser humano como centro del desarrollo. Debemos entender que el verdadero progreso no se logrará sin la cooperación entre todas las naciones, los pueblos y las personas para acabar con la pobreza . Para ello, debemos asumir, desde nuestras distintas tareas, la responsabilidad ante los pobres, cuyos derechos humanos y dignidad no se respetan.

Pero, ¿somos conscientes de lo que supone una actitud solidaria? Un sabio proverbio persa dice: “las hormigas reunidas pueden vencer al león”. Trabajando unidos y unidas podemos lograr vencer el mundo de injusticia. Ofreciendo lo mejor de nosotros mismos por el bien de los demás podremos capacitarnos para servir y crear nuevas relaciones. La violencia y la pobreza que se viven en El Salvador y que provocan temor y desesperanza en nosotros puede ser vencidos si aunamos esfuerzos y energías para trabajar por un mundo nuevo.

La celebración del 31 de agosto, Día Internacional de la Solidaridad, podrá contribuir a promover y fortalecer los ideales de solidaridad como valores fundamentales para las relaciones en y entre las naciones, los pueblos y las personas.

DESDE LAS ESCUELAS DE TEOLOGÍA PASTORAL
Las Escuelas de Teología Pastoral son un proyecto de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) que nacen del deseo de popularizar la teología que ha nacido del mismo Pueblo de Dios que camina aquí, en El Salvador. A partir de la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, en Medellín, se sembró la semilla de una fe más cristiana y salvadoreña, que ha dado muchos frutos y ha llegado hasta el amor mayor que han mostrado los mártires.

Los Misioneros Claretianos, desde nuestra llegada a Armenia, Sonsonate, en 1997, hemos apoyado decididamente este proyecto de formación laical. Inicialmente apoyamos la Escuela de Zaragoza, la Escuela de Nahuizalco y la Escuela de Ateos. Hoy nos encontramos en la Escuela de Teología de la Vicaría Monseñor Valladares, en la Parroquia de Nuestra Señora de Lourdes, Colón. Contamos con 30 alumnos y alumnas aproximadamente.

Muchos de los que han pasado por las Escuelas han experimentado un cambio significativo en su vida y en su compromiso cristiano. Como afirma la coordinadora del proyecto, Suyapa Pérez Escapini, “es motivo de genuina esperanza experimentar cómo las personas inscritas en las Escuelas de Teología Pastoral siguen creyendo en la Iglesia y se sienten impulsadas en los procesos que dan vida al pueblo. Es compromiso acogido desde el bautismo que se mantiene fortalecido por esta conciencia de comprometerse con este mundo y esta historia de vida para los pobres. Esta misión anima los esfuerzos de todos y todas”.

Hoy sentimos como urgencia que los laicos y laicas tomen conciencia de su papel en la Iglesia y se comprometan decididamente por la transformación de la historia, como lo hizo Jesús. Decía Monseñor Romero que su maestro era el Pueblo. Tal es la experiencia que vamos teniendo como misioneros al lado del pueblo.

VOCACIÓN Y SOLIDARIDAD
Como cristianos debemos hacernos esta pregunta: ¿A qué vino Jesús al mundo?. Las respuestas que recibimos, de una y otra parte, pueden ser muchas y variadas. Sin embargo, el mismo Jesús nos dice a qué vino él a la tierra: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a proclamar la liberación de los cautivos, a dar vista a los ciegos, a liberar a los oprimidos y a proclamar un año de gracia” (Lc 4, 18-19).
Podemos entender la vocación de Jesús como un gesto solidario. No queda duda de que Jesús entiende su vida y su misión como un acercarse al que sufre. Jesús quiere que todos los oprimidos tengan liberación y gracia. Por eso, él fue cercano con la realidad marginada de su pueblo: mujeres, niños, enfermos, cojos…
¿Qué nos quiere decir esto hoy a nosotros? En primer lugar, si la persona de Jesús es importante en mi vida, la pregunta que me debo hacer es: ¿cuál es mi vocación, a qué estoy llamado/a en esta sociedad?.
La vocación de los cristianos deber ser entendida como un autodonarse gratuitamente en solidaridad con el pueblo que sufre. Es hacer de nuestra vida todo un gesto de entrega y servicio a los pobres. La solidaridad no es sólo dar de comer al hambriento. Es también dar esperanza y dignidad a todas las personas que ya la han perdido, por causa del sistema neoliberal vigente que excluye y margina. Por eso, joven, responde con generosidad a la vocación a la que has sido llamado/a, de modo que seas buena noticia para la humanidad como lo fue Jesús.

III ANIVERSARIO DE LA TIENDA COMUNITARIA DE LA FRATERNIDAD
El día sábado 19 de agosto, la Tienda Comunitaria de la Asociación de Mujeres de La Fraternidad estuvo celebrando su tercer aniversario. El P. Mauricio Borge presidió una Eucaristía en la que se recogió la acción de gracias de las mujeres beneficiadas.
Esta obra, en sus comienzos pequeña, es hoy todo un modelo de organización popular. Tienen actualmente un sitio adecuado y amplio para la venta de productos de primera necesidad.
En la celebración las mujeres expresaban su alegría de haber hecho camino juntas y de trabajar por este proyecto que inicialmente se pensó para el apadrinamiento de los niños y niñas de la comunidad que están en situación de pobreza extrema. Ellas daban gracias Dios, a PROCLADE y a los Misioneros Claretianos por la ayuda y acompañamiento que les han brindado.
Ana Deidalia Navarro, presidenta reelecta de la Asociación, nos comentó: “Este año hemos avanzado bastante. Nos sentimos bien pues la tienda se encuentra en un lugar apropiado. La gente de aquí y de otras comunidades vienen a comprar a nuestra tienda y esto nos enorgullece”.
Nuestra sincera felicitación a todas estas mujeres valientes que se han comprometido en la organización y que creen que la solidaridad es posible cuando trabajamos unidos y unidas por la VIDA.

SOLIDARIDAD
Mantener siempre atentos los oídos al grito de dolor de los demás y escuchar su llamada de socorro es solidaridad.
Mantener la mirada siempre alerta y los ojos tendidos sobre el mar en busca de algún náufrago en peligro es solidaridad.
Sentir como algo propio el sufrimiento del hermano de aquí y del de allá, hacer propia la angustia de los pobres es solidaridad.
Llegar a ser la voz de los humildes, descubrir la injusticia y la maldad, denunciar al injusto y al malvado es solidaridad.
Dejarse transportar por un mensaje cargado de esperanza, amor y paz hasta apretar la mano del hermano es solidaridad.
Convertirse uno mismo en mensajero del abrazo sincero y fraternal que unos pueblos envían a otros pueblos es solidaridad.
Compartir los peligros en la lucha para vivir en justicia y libertad arriesgando en amor hasta la vida es la prueba mayor de la amistad, es vivir y morir por Jesucristo, es
solidaridad.