12 octubre, 2010

BOLETIN NUMERO 29: MAYO-SEPTIEMBRE



BOLETÍN ESPECIAL

El Día de la
Madre en el
mundo


En todo el mundo se festeja el día de la madre, aunque las fechas y las razones de para su elección varíen de acuerdo a cada país o región. Lo cierto es que el día de la Madre se celebra en casi todo el mundo y desde los primeros rasgos de civilización humana.

El primer domingo de mayo se celebra en Portugal, Sudáfrica y España, entre otros, mientras que en Aruba, Alemania, Bélgica, Brasil, Chile, Ecuador, Perú, Uruguay, Venezuela, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Italia, Jamaica, Puerto Rico, Bermuda, Belice, Cuba, Colombia, Canadá, Las Bahamas, Australia, Turquía, Austria, Trinidad y Tobago,
Surinam, Barbados, la celebración del Día de la Madre se lleva a cabo el segundo domingo de mayo (que corresponde en el año 2007 al 13 de mayo).

En otros países, el día de la madre posee una fecha determinada como en El Salvador, India, México, Guatemala, Malasia, Pakistán, Singapur, Omán, que han tomado el 10 de mayo para homenajear a las progenitoras; en Costa Rica, en cambio, el 15 de agosto es el día elegido mientras que el 8 de lo es en Albania y el 22 de diciembre en Indonesia. También en mayo se
celebra el día de la madre en Polonia en Nicaragua (30 de mayo) y en Samoa (el 14 de mayo)

En el día
de las Comunicaciones:
17 de mayo….
La tecnología de la comunicación nos ofrece hoy un nuevo ámbito para compartir nuestros recursos al servicio de la misión...
Joseph M. Abella, cmf

Los Misioneros Claretianos nacimos en la Iglesia como una comunidad con un claro objetivo evangelizador. Ya desde el inicio, San Antonio M. Claret, nuestro Fundador, y sus cinco compañeros organizaron la vida de la naciente comunidad en razón del servicio misionero que deseaban prestar: anunciar la Palabra de Dios a través de las misiones populares y la predicación de ejercicios.

Durante el tiempo hábil para la predicación salían en pequeños equipos a las parroquias donde eran llamados o enviados y organizaban tandas de ejercicios para distintos grupos de personas. El resto del año lo dedicaban a compartir la experiencia y prepararse para la nueva campaña misionera. La vida común se movía, pues, en torno al objetivo evangelizador que definía a la comunidad. Ésta ha sido la tradición que ha marcado la historia del Instituto. Los medios de evangelización fueron diversificándose según los tiempos y lugares. El modo de compartir las experiencias misioneras y ayudarse mutuamente en la preparación para los ministerios fue también variando con el paso del tiempo. Pero la identidad de la Congregación, como “comunidad para la misión”, se ha mantenido siempre inmutable.

La nueva tecnología de la comunicación nos ofrece hoy un nuevo ámbito para compartir nuestros recursos al servicio de la misión. Nos ayuda a ampliar nuestro horizonte cultural y teológico, nos sensibiliza hacia situaciones y temas que, de otra manera, nos resultarían inasequibles, nos permite aprovechar la experiencia y sabiduría de tantos hermanos nuestros que desgastan sus vidas al servicio de la evangelización.
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Día de la Biodiversidad
El 19 de diciembre de 1994 la Asamblea General de la ONU proclamó el 22 de mayo, fecha de entrada en vigor del Convenio sobre la Diversidad Biológica, Día Internacional de la Diversidad Biológica.

La diversidad biológica, hace referencia a la amplia variedad de seres vivos sobre la Tierra y los patrones naturales que conforma. La diversidad biológica que observamos hoy es el fruto de miles de millones de años de evolución, moldeada por procesos naturales y, cada vez más, por la influencia del ser humano. Esta diversidad forma la red vital de la cual somos parte integrante y de la cual tanto dependemos.

Con frecuencia, se entiende por diversidad la amplia variedad de plantas, animales y microorganismos existentes.
En la actualidad esa hermosa riqueza está siendo alterada por los seres humanos. De talar árboles con herramientas de piedra hemos llegado literalmente a mover montañas para extraer los recursos de la Tierra.

Por ejemplo, los recursos pesqueros que durante siglos han alimentado a las comunidades han quedado agotados en unos pocos años por obra de barcos enormes orientados con radares, que utilizan redes capaces de engullir una docena de aviones supersónicos en un momento.

Al consumir una proporción cada vez mayor de los recursos naturales, hemos conseguido una alimentación más abundante y mejores condiciones de vivienda, saneamiento y atención de salud, pero estos logros muchas veces están acompañados por una creciente degradación del medio ambiente, que puede traducirse luego en la degradación de las economías locales y las sociedades a las que sustenta.

IV ENCUENTRO
DE FORMADORES Y FORMANADOS, C. A.
19-23 DE JULIO DE 2010

“El fuego que nos abrasa”

Los Planes de Renderos, a 10 Km. de San Salvador, lugar de reunión “Monte Alvernia”.

Llamadas en el mundo, en la Iglesia y en la
Congregación que nos propone el Capítulo 24 General:
la defensa de la vida en todas sus dimensiones; seguir
optando por los pobres; centrarnos en Jesucristo como la fuente principal de nuestra espiritualidad,

NOMBRE E IDENTIDAD. Lo principal es el nombre. Con la vocación misionera adquirimos un nuevo nombre, el de “Ser hijos del Inmaculado Corazón
de María”, es nuestra nueva identidad. Nuestra identidad está el ser hombres que ardamos en caridad, en amor a los demás (P. Ángel García).
LA PERTENECIA. Pertenecer a la congregación nos da un nombre nuevo, somos misioneros. Seguimos a Jesús en la clave de Claret. La pertenencia nos da un nombre nuevo, somos misioneros. La congregación es nuestra familia carismática, aunque nuestra primera pertenencia es a Jesucristo, la que expresamos respondiendo desde nuestra vocación (P. Mauricio Borge).

ESTILO DE VIDA. Un misionero claretiano es un “hombre que arde en caridad y que abraza por donde pasa”. [Frente a tantas dudas y muchas oferta de espiritualidades] ¿Qué respuesta damos? La respuesta es el amor, no como algo romántico, sino como una dimensión que nos compromete en serio con los demás y que nos hace salir de a nosotros mismos. [Este es nuestro estilo de vida ] (Abel Carbajar, cmf).

161 Años de los
Misioneros Claretianos


El día 16 de julio de 2010, nuestra Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, cumplió su 161 Aniversario de haber sido fundada por San Antonio María Claret.
Seguimos caminando alentados por el Espíritu del Padre y de la Madre que sostienen nuestras vidas y ponen en nuestros labios la palabra que hemos sido enviados a proclamar. No queremos que el fuego de este carisma misionero se apague.
Le pedimos al Espíritu que lo mantenga vivo y
radiante, y nos disponemos a secundar su acción en nosotros. Nuestra Congregación tendrásentido mientras toda ella y cada uno de sus miembros en particular sean capaces de dejarse abrasar por este fuego, renunciando radicalmente a cualquier otro tipo de intereses u objetivos. Éste es el testimonio de nuestros hermanos mártires de Sigüenza y Fernán Caballero (España).
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“POR NUESTRA
QUERIDA CONGREGACIÓN”
En el marco de la celebración del martirio de nuestros hermanos Claretianos de Barbastro, (Huesca, España) una vez más hemos confirmado nuestro “sí”, “por nuestra querida congregación” y por nuestros ideales de construir un mundo más humano, en el cual podamos estar cerca de los problemas que abruman a nuestros pueblos en Centro América.
Estando pues, toda la comunidad claretiana de El Salvador reunida en la casa formativa de La Sultana, presidió el evento el P. José Sentre, cmf (Superior local) quien nos exhortó a seguir el ejemplo y el testimonio de estos hermanos mirando su entrega total por sus propias utopías y por la misión universal, como reza la oración
colecta. Abel Carvajal, cmf
PALABRAS DEL PADRE CLARET

“Un hijo del Inmaculado Corazón de María es un hombre que arde en caridad y que abrasa por donde pasa;
que desea eficazmente y procura por todos los medios encender a todo el mundo en el fuego del divino amor…
No piensa sino cómo seguirá e imitará a Cristo en orar, en trabajar, en sufrir, en procurar siempre y únicamente la mayor gloria de Dios y la salvación de los hombres”



Testimonio de Fidelidad y de Entrega
Carta escrita por Faustino Pérez antes de ser martirizado

"Querida Congregación: Anteayer, día once, murieron, con la generosidad con que mueren los mártires, seis de nuestros hermanos; hoy, trece, han alcanzado la palma de la victoria veinte, y mañana, catorce, esperamos morir los veintiuno restantes. ¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios! ¡Y qué nobles y heroicos se están portando tus hijos, Congregación querida! Pasamos el día animándonos para el martirio y rezando por nuestros enemigos y por nuestro querido Instituto.

Cuando llega el momento de designar las víctimas hay en todos serenidad santa y ansia de oír el nombre para adelantar y ponernos en las filas de los elegidos; esperamos el momento con generosa impaciencia, y cuando ha llegado, hemos visto a unos besar los cordeles con que los ataban, y a otros dirigir palabras de perdón a la turba armada; cuando van en el camión hacia el cementerio los oímos gritar: ¡Viva Cristo Rey! Responde el populacho: ¡Muera! ¡Muera!, pero nada los intimida. Son tus hijos, Congregación querida, estos que entre pistolas y fusiles se atreven a gritar serenos cuando van hacia el cementerio, ¡Viva Cristo Rey!...
Morimos todos contentos sin que nadie sienta desmayos ni pesares; morimos todos rogando a Dios que la sangre que caiga de nuestras heridas no sea sangre vengadora, sino sangre que, entrando roja y viva por tus venas, estimule tu desarrollo y expansión por todo el mundo. ¡Adiós, querida Congregación! Tus hijos, mártires de Barbastro, te saludan desde la prisión y te ofrecen sus dolorosas angustias en holocausto expiatorio por nuestras deficiencias y en testimonio de nuestro amor fiel, generoso y perpetuo…

Los mártires de Barbastro, y en nombre de todos, el último y más indigno, Faustino Pérez, cmf.
¡Viva el Corazón de María!... Adiós, querido Instituto. Vamos al cielo a rogar por ti. ¡Adiós, adiós!"

SONETO LIBRE
A LA
PATRIA GRANDE


Y serás tú, por fin, la Patria Grande,
India, negra, criolla, libre, nuestra,
un Continente de fraternos Pueblos,
del Río Bravo hasta la Patagonia.


Banqueros, dictadores y oligarcas
engrosarán el polvo del olvido.
No pagarás la deuda que te hicieron.
No aceptarás más multinacionales
que Dios, la paz, el mar, el sol, la vida.

Despertarás los huesos de tus santos
y los arbolarás en pie de Historia.
Serás un parto de utopías ciertas
y el canto de tus bocas hermanadas
enseñará la dignidad al Mundo.

Don Pedro Casaldáliga, cmf








23 mayo, 2010

IMPULSADOS POR EL ESPIRITU DEL RESUCITADO




¿Por qué buscan entre los muertos al que vive? ¡No está aquí, ha resucitado!

Preguntan y se responden los ángeles vestidos de blanco junto al sepulcro. Hablan de Jesús resucitado a las mujeres que buscan y no encuentran el cuerpo de aquel hombre que pasó haciendo el bien y que por amar hasta el extremo a los preferidos de Dios, lo juzgaron, lo coronaron, lo azotaron, le cargaron una cruz, lo clavaron en ella, lo crucificaron y al atardecer, murió dando un fuerte grito.

Después de tener Cuarenta días de preparación, la Semana Mayor nos ha ayudado a vivir con alegría y esperanza el misterio y la fuerza de nuestra fe cristiana. Vivir muy de cerca y celebrar la entrega en cruz del Hijo de Dios, Jesús, nuestro hermano, y esperar en vela su Resurrección, nos ha permitido comprobar que la muerte no tiene la última palabra; que Dios no dejó en el sepulcro a su querido hijo, sino que le dio la razón a todo lo que él dijo e hizo.

El gran domingo de resurrección abre el tiempo de Pascua. Anuncia que Dios Padre ha resucitado a Cristo, nuestro Señor. Este mismo anuncio de la resurrección es encomendado a las mujeres para que lo comuniquen a los apóstoles que desanimados y decepcionados han regresado a sus casas.

Para nosotros hoy, hombres y mujeres nacidos en la Pascua, se nos abren cinco caminos para ser personas nuevas: 1. Debemos estar alegres porque Jesús ha resucitado; hemos de tener esperanza porque la vida ha vencido a la muerte; que los crucificados en nuestra historia y nuestro mundo serán liberados por Dios.

2. Debemos vivir en comunidad. A Jesús lo reconocemos y lo experimentamos vivo cuando nos reunimos en comunión. Debemos vivir la unidad en caridad, para dar testimonio a un mundo dividido y sin solidaridad.

3. Hemos de tener esperanza en que Jesús nunca nos deja solos porque envía su Santo Espíritu para orientar a la Iglesia aunque haya signos de muerte.

4. Debemos ponernos en camino después del encuentro con Jesús resucitado. Esta experiencia es envío misionero. Debemos contar y compartir con otros y otras para que participen del gozo del que sigue vivo.

5. Hemos de comprometernos a hacer vida el Evangelio del Reino de Dios. Comprometidos a edificar nuestra comunidad y a mejorar nuestra sociedad según la voluntad y el amor de Dios.

EXPERIENCIAS DE SEMANA SANTA


Jucuarán, Usulután

Durante la Semana Santa estuve de experiencia de misión en las comunidades de El Carrizal, Guatera y Agua Fría, municipio de Jucuarán, en el departamento de Usulután.

En medio de la pobreza en que viven estas comunidades, es interesante la muestra de fe y su lucha por sobrevivir en el día a día. El gobierno –de años anteriores- se ha olvidado de estas comunidades campesinas. Son las familias mismas que tienen que ingeniárselas para sacar adelante sus cultivos.

Los jóvenes no tienen otra opción más que trabajar a tempranas edades, ya que no existen oportunidades de estudiar (sólo hay una escuela que tiene hasta sexto grado), en otros casos para algunos de estos jóvenes las dos opciones más viables son juntarse con una pareja o irse para Estados Unidos.

Ahora bien, muchos hogares tienen familiares en el país antes mencionado, y algunos de ellos sirven de apoyo para sobrevivencia diaria. Vale recordar que la fe expresada durante la Semana Santa es un signo de vida en estas comunidades.
Rigoberto, M. Claretiano

El Botoncillo, Usulután
Compartí la experiencia de Semana Santa en el departamento de Usulután, en la comunidad de Puerto Parada, Cantón El Botoncillo 2, en el que viven unas 72 familias. Su población es relativamente joven. Muy cerca de ella están los manglares, donde van a sacar punches y curiles y donde también van a pescar… Muchos se dedican a la agricultura, pero los más de ellos a la ganadería. Casi todas las familias tienen ganado… y sin faltar, familiares que les mandan sus remesas.
A esta comunidad me acompañaron 3 personas: dos jóvenes laicos, Víctor y Jesús, y el Jueves Santo se nos unió la Hermana Sujey, de la congregación del Ángel de la Guarda. Durante toda la Semana realizamos varias actividades: visiteo de casas y, especialmente donde había enfermos; presentamos el vía crucis dramatizado con los jóvenes de la comunidad.
Todos los días realizamos celebraciones de la Palabra. Podemos decir que compartir con la gente de este lugar nos ha dejado satisfechos y animados para reintegrarnos a nuestros trabajos pastorales, académicos y sociales.
José V., M. Claretiano
Tepeagua, Chalatenango
Estuve compartiendo la Semana Santa en la comunidad Tepeagua, del municipio de Nueva Concepción, Chalatenango. Está ubicada al sur, a 12 kilómetros de la parroquia, Inmaculada Concepción.

Fue una experiencia enriquecedora para vivir y compartir la fe, para ser hombres y mujeres nuevos, resucitados. La comunidad que me abrió sus puertas, tiene unas cien familias. Muchas de ellas viven del cultivo del campo, sembrando maíz, frijoles, caña de azúcar y tienen otros medios para sobrevivir. Algunos de sus miembros han buscado un mejor futuro emigrando a Estados Unidos y a otros lugares.

La semana fue muy intensa. Hubo retiros para niños, jóvenes y adultos. Se veía la alegría y la fe de estos hermanos y hermanas católicos. Junto a Francisco y Miguel, laicos combonianos, recorrimos casi toda la comunidad: visitamos a los enfermitos llevándoles la comunión; compartimos con niños, jóvenes y adultos, distintos temas que invitaban a una conversión de mente, corazón y vida.

Agradezco a las muchachas que tienen en sus manos la comunidad católica, madres y padres de familias, jóvenes y niños que se dispusieron a vivir la Semana Santa y, sobre todo, a ser mejores hombres y mujeres, reflejo de Jesús Resucitado. Sigan adelante, haciendo de su comunidad, Chalate y del país, un lugar de vida en plenitud.
Oscar A., M. claretiano

San Isidro, Chalatenango
Mi experiencia de misión en Semana Santa la realicé en Chalatenango, en un municipio llamado San Isidro Labrador, de la parroquia San Antonio Los Ranchos.

San Isidro Labrador es una comunidad con cicatrices del conflicto armado de los años ochenta. En ese tiempo la guerra, la persecución y las masacres obligaron a los habitantes a huir del lugar; si no se iban, morían. Hoy, San Isidro es una de las llamadas “comunidades repobladas”.

De las familias que vivieron allí hace más de tres décadas sólo han podido regresar muy pocas y son éstas las que tienen en su sangre y en su mente la historia de lo que pasó. Las otras han llegado de los diferentes departamentos y pueblos de El Salvador. Con esta comunidad compartí mi fe y ella conmigo; una fe siempre viva, combativa, abierta a un futuro esperanzador.


Carlos M., M. Claretiano.

San José El Carao, Chalatenango
Al recordar las vivencias del tiempo pascual, nos parece muy importante tener ante nuestra mirada las reacciones de quienes vivieron aquel acontecimiento como primeros testigos de la resurrección de un matado, el Jesús que había sido asesinado en una cruz de una forma bastante brutal. Los evangelios nos ayudan a situarnos en estas escenas pasando lentamente por nuestras comunidades de acción pastoral.

Pero más que recordar aquellas primeras impresiones de los seguidores de Jesús de aquella época, sería bueno recordar las de quienes nos llamamos cristianos en este momento histórico, aquí con esta realidad que vivimos, muchas veces marcada por más signos de muerte que de vida.

Con todo, nuestra gente sabe descubrir la pascua, sabe encontrar la resurrección, sabe ir más allá del misterio, y creo que muy bien sabe “volver a Galilea”. Sin duda alguna la jornada pascual, marca un tiempo nuevo que bien podemos aprovechar para dinamizar nuestra vida cristiana y sacudirnos la mediocridad que poco a poco nos envuelve. Es un buen tiempo para compartir y anunciar la gran noticia de Jesucristo resucitando en situaciones concretas de nuestras vidas Abel Carbajal, M. Claretiano

Apaneca, Ahuachapán
Mi experiencia de misión en este tiempo de semana Santa fue muy distinta a la de otros años. En esta ocasión tuve la oportunidad de tener una experiencia desde la religiosidad popular del pueblo de Apaneca. Municipio perteneciente al departamento de Ahuachapán.

Destaco de esta experiencia la gran riqueza en fe, entrega y religiosidad del pueblo salvadoreño, y sobre todo su profundo sentido comunitario que durante esta fiesta hacen que converjan, religión, compromiso cristiano, identidad y cultura.
Alvin B., Cmf

Jujutla, Ahuachapán
Cada experiencia vivida en la misión está coloreada por los lugares, los rostros, los nombres, las historias… que van dando una tonalidad siempre única y original, que dibujan un paisaje irrepetible y que nos muestra horizontes siempre nuevos.

Estas experiencias también están tejidas por los sentimientos, la fe y la esperanza de las comunidades donde se nos envía.

La semana santa de este año la viví en el más occidental de los departamentos de El Salvador: Ahuachapán, en el cantón Las Mesas perteneciente al municipio de Jujutla. Más que llevar, enseñar, hacer, estuve compartiendo, escuchando, celebrando, descubriendo el potencial evangelizador que tienen los pobres y dejándome dar por ellos la alegre noticia de que Jesús ha Resucitado.
Edgardo G., M. Claretiano


PALABRAS DE DON PEDRO CASALDÁLIGA

“…descubrí por fin que el planeta es nuestra única casa. Y no hay modo de salvarnos nosotros si no salvamos el planeta. Mejor aún: es bueno recordar que podemos desaparecer completamente los hombres y el planeta seguirá. Hasta por egoísmo, diríamos, ahora nosotros sólo nos salvamos si es con el planeta”



HISTORIAS PARA UNA HISTORIA
Mi nombre es Víctor Manuel Rodríguez. Nací un 22 de marzo de 1966 en el hospital san Rafael de la ciudad de Santa Tecla. Estoy casado y tengo dos hijos.

Trabajo como lustrador en el parque San Martín de Santa Tecla. Vengo a las ocho de la mañana y termino a las seis de la tarde, pero cuando la situación esta mala y no hay clientes me voy más temprano.

La situación económica me obligó a dedicarme a lustrar zapatos y tengo ocho años de ser lustrador. Antes trabajaba con el FOVIAL pero me quedé sin trabajo, y después de andar en muchos lugares me animé a venir al parque a lustrar.

Pienso que la vida de un lustrador algunas veces es alegre, otras veces es triste; hay días que me va bien y saco para la comida y demás gastos de mi familia, pero cuando no hay nada, ni modo, ¡que le vamos hacer!, En este trabajo, hay que armarse de mucha paciencia porque aquí lo que se tiene que hacer es esperar a los clientes, pero a medida que uno está aquí trabajando va teniendo clientela fija.

Me describo como una persona luchadora y sencilla, aunque mi vida también ha sido dura, pero le he hecho frente a la vida. Uno, aquí, lustrando zapatos de todas las marcas, va conociendo mucha gente, gente que me sacan plática y te cuentan sus cosas y otras veces comentan alguna noticia del periódico y, otros llegan, piden que les lustren los zapatos, y ni gracias dicen.

Me gustaría que hubiera mucha gente que tuviera la facilidad de generar trabajo y sobre todo un trabajo donde uno pudiera ganar lo suficiente para poder vivir con dignidad. A toda la gente en general yo le diría que se preocupara por la presentación personal, bien arreglados y sobre todo limpios y bien lustrados.


Reclamos

¿Por qué tanta miseria?
Me pregunto al ver bosques
Inmensos y tierra fecunda,
No encuentro respuesta
Y me quedo a la espera
En la penumbra.

Y como si el viento hablara,
Escucho reclamos de cuna y asilo:
En los pies descalzos de mujeres
Con heridas del camino.
En la mirada perdida de niños
Oliendo a pobreza,
Condenados al olvido.
En la tímida sonrisa de jóvenes
Con sueños prohibidos.

Encanto y desengaño,
Esperanza y reclamo,
Produce este encuentro
De utopía y realidad,
De escritorio y selva.
De libros mil veces leídos,
Sin ser entendidos,
En los rostros de esta gente,
En el llanto de estos niños.

Tan fuera de los proyectos
de gobierno.
Tan dentro de este Dios,
Con Getsemaní eterno.
Con calvario en avanzada,
Esperando resucitar,
Resucitando en soledad.
Sin Magdalena que lo anuncie,
Sin caminos ni noticias,
Sin cenas de Emaús.

Abel Carbajal, cmf















































































































































































































































































































26 marzo, 2010

CUARESMA






CON SAN ROMERO,


HACIA LA PASCUA,
CAMINEMOS



Durante este mes de marzo hemos sido testigos de las innumerables peregrinaciones de hombres y mujeres que han visitado El Salvador, en búsqueda de lugares y rostros concretos que nos hablan de la persona, vida y misión del gran pastor y mártir de la Iglesia salvadoreña Mons. Óscar Arnulfo Romero.

Podríamos comenzar por preguntarnos: ¿por qué hoy se sigue haciendo memoria de Mons. Óscar A. Romero? ¿qué nos dice su palabra, su vida y misión?...Sin duda alguna, hoy más que nunca tiene sentido seguir haciendo memoria de la vida de este gran pastor de la Iglesia Salvadoreña. Sus palabras y acciones se han quedado grabadas y se actualizan en la memoria del pueblo.

Se le recuerda porque realmente fue amigo de los más pobres, amigo de Dios; luchador incansable de la justicia social...Monseñor Romero se hizo pobre entre los más pobres. Aprendió a mirar el mundo con la mirada de los pobres…¡Qué mirada tan conflictiva!... El ser pobre entre los más pobres tenía implicaciones muy serias, le costó su propia vida, pero en fin, estaba convencido de que su vida no le pertenecía. Su existencia en la tierra le pertenecía a Dios y a su pueblo.

Cuando se está convencido de esto vivimos como hombres y mujeres resucitados, lo demás se hace secundario. No hacerlo sería traicionar el Evangelio de Jesús, a echar por la borda el mensaje liberador de Jesucristo que exclamó a viva voz en la sinagoga:

El Espíritu del Señor está sobre mí el me ha ungido para traer la Buena Nueva a los pobres para anunciar a los cautivos su libertad a los ciegos que pronto verán para despedir libres a los oprimidos y a proclamar el año de gracia del Señor” (Lc 4,18-19)


Por tanto, la palabra de Romero tiene actualidad en nuestros días, recordarle es como beber la sabia nueva que le da sentido a nuestro compromiso como cristianos y cristianas de hacer un mundo más justo y humano.

Hoy hay mucho que hacer. Que san Romero de América nos ayude a profundizar nuestro ser de cristianos.



VIVAMOS LA CUARESMA 2010


EN CAMINO

Cuaresma es tiempo de hacer camino. No es un tópico (algo común), ni un recurso fácil que repetimos cada año. Los Evangelios presentan a Jesús en camino a Jerusalén donde consumará la entrega de su vida. Durante cuarenta días queremos seguir sus pasos.

Cuarenta es un número redondo cargado de significado: representa el tiempo de la vida humana, sea más larga o corta, y la condición de “hombre caminante” (homo viator); y representa, además, recordando la marcha de Israel por el desierto durante cuarenta años, el tiempo de una generación.

“Somos un pueblo que camina, y juntos caminando podemos alcanzar otra ciudad que no se acaba sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad. Somos errantes peregrinos, en busca de un destino, destino de unidad. Siempre seremos caminantes…” (E. Vicente Mateu)

Tenemos compañía, tenemos guía. Queremos ponernos en camino y siguiendo a Jesús y llegar con él a la meta de la pascua. Su pascua será nuestra pascua. Pero esta cuaresma será inédita. Las fuerzas con que contamos, los paisajes que atravesamos, los compañeros que tenemos son distintos.

Si el mundo que nos rodea gira atrapado en sus propias cuaresmas, de sufrimientos en unos, de indiferencia en otros, nuestra cuaresma cristiana no puede permanecer ajena a ellas.

Pero esta cuaresma será inédita. Las fuerzas con que contamos, los paisajes que atravesamos, los compañeros que tenemos son distintos. Si el mundo que nos rodea gira atrapado en sus propias cuaresmas, de sufrimientos en unos, de indiferencia en otros, nuestra cuaresma cristiana no puede permanecer ajena a ellas.

No repetiremos gestos pasados, ni pasaremos de largo insensibles a la vida de los hombres. “danos valor para la lucha… danos la luz de tu Palabra, que guíe nuestros pasos en nuestro caminar; marcha Señor, sobre nosotros, pues sólo en tu presencia podremos alcanzar otra ciudad…” (Revista para la celebración litúrgica, Vol. 56. 2010/2)


¡¡¡NOS VEMOS EN LA PASCUA¡¡¡






MONSEÑOR ROMERO


Y


LA EVANGELIZACION INTEGRAL

Monseñor Romero en su Cuarta Carta pastoral nos regala un rico mensaje para nuestro tiempo. Uno de los puntos fundamentales es el que se refiere a que la Iglesia debe tener su propia identidad. Para ello es necesario conocer la estructura en que vive el hombre en nuestro tiempo.


En esta época histórica y en el mundo actual, Monseñor Romero, nos invita a seguir los pasos de Jesús y llenarnos del espíritu evangelizador. En él, la fe parte de una opción por la justicia y el amor, en especial de los pobres. Esta es la expresión concreta de su condición de discípulo de Jesús y anunciador del Evangelio.

La fe es, en primer lugar, insertarse desde un estilo de vida, desde un modo de ser hombre y mujer entre los seres humanos a la manera de Jesús. Se trata de ser, cada creyente, como dice Monseñor Romero, “carne de Cristo en la historia”.

Así, la misión de la Iglesia sólo será auténtica, en las diversas circunstancias de la historia, al presentar a Cristo, como voz de la Iglesia, sus manos para trabajar en la construcción del Reino en el mundo actual.

Para Monseñor, la Iglesia es todo el pueblo creyente y organizado en función de una lucha comprometida para que venga el Reino de Dios; para que se haga presente en la historia como reino de justicia y amor.
Desde la libertad del Reino de Dios; desde la libertad que da la conciencia del deber pastoral, se puede decir al poder establecido lo que está bueno y lo que está malo.

Cuando Monseñor Romero habla de una evangelización integral, está hablando de buscar que el hombre y la mujer tenga una vida digna, con lo básico para vivir bien, con fuentes de trabajo, en paz, en justicia.

Buscando esta realización de la persona y de la sociedad se comenzará a hacer presente el Reino de Dios. Hagamos presente el Reino convirtiéndonos en mejores personas y resucitando con Cristo en el día a día.
José Rodolfo Vásquez, cmf



PALABRAS DE
DON PEDRO CASALDALIGA

Celebrar un Jubileo de nuestro San Romero... es celebrar un testimonio
que nos contagia de profecía… Este Jubileo debe renovar en todos nosotros y nosotras
una esperanza, lúcida, crítica pero invencible. “Todo es gracia”, todo es Pascua, si entramos a todo riesgo en el misterio de la cena compartida, la cruz y la resurrección. En el seguimiento de Jesús, Reino adentro. Nuestra coherencia será la mejor canonización de “San Romero de América”.


(De la Carta con motivo del 30 Aniversario del Martirio de San Romero de América)





EXPERIENCIA VOCACIONAL

UN SÍ DEFINITIVO
AL SERVICIO DEL REINO

Hoy es un día muy grande, en mi vida; el Señor
me ha mostrado sus maravillas y por eso estoy alegre.

Comparto la experiencia que he vivido a lo largo de 10 años con las Religiosas de María Inmaculada, Misioneras Claretianas.
Un Sábado, 12 de septiembre de 1999, el Padre Omar Ulate, Misionero Claretiano, me dio la oportunidad de tener contacto por primera vez con las Misioneras Claretianas en San Pedro Sula, Honduras. Con ellas me sentí identificada; sus gestos, acogida, fraternidad y cercanía que me motivó para iniciar esta experiencia. Ya tenía varios años de andar en esta búsqueda. Viví mi proceso de encuentros vocacionales. Visité a las Hermanitas del Evangelio de Carlos de Foucauld y las Carmelitas Misioneras que me gustaba mucho lo que ellas realizaban. Han sido 10 años vividos y compartidos de mucha intensidad que me fueron indicando el camino por recorrer.

Aprendí a vivir y a valorar la vida de otra manera. Además, me dí cuenta que sólo compartiendo codo a codo con las hermanas descubres lo humanas y frágiles que son, eso te hace descubrir que Dios se vale de personas concretas para continuar su obra de construir el Reino.

La verdad no puedo definir el sentimiento que me embarga por dentro; sólo sé que mis hermanas de comunidad están aquí aguantando mis nervios y ansiedad. Pero lo importante y trascendental no es decir en un día concreto te entrego mi vida para siempre, sino darme cuenta que no es una respuesta por compromiso y obligación ni tampoco se culmina en un acto público; pero sí es una manera de decir y compartir con el pueblo lo que el hace en mi vida, sentir y descubrir que he sido mimada por Dios.

Agradezco a Dios por este regalo de la vocación. Pido a Mons. Romero que interceda por mí para que sea fiel y perseverante en esta respuesta definitiva. Que su sangre derramada por este pueblo sea mi inspiración en mi entrega al servicio de los demás principalmente este pueblo pobre humilde y sencillo que marcan la razón de ser de mi vida consagrada.

¡¡Infinitamente gracias!!

DINA MORALES,
MISIONERA CLARETIANA



HOMENAJE A MONSEÑOR ROMERO

Símbolo de rebeldía
fue tu manera de amar.
Serás por siempre profeta,
guía de la libertad.

En estos tiempos de Guerra,
tu valentía orientó.
La esperanza justiciera,
gritando liberación.

Monseñor vives hoy en el corazón
del pueblo que tanto te amó.
Monseñor tu verdad nos hace marchar
a la victoria final.

Hoy tus palabras sencillas,
denuncian la libertad.
Marcan con sangre al tirano,
llaman al pueblo a luchar.
No podrán callar tu ejemplo,
el imperio del dolor.
Tu sangre será la vida,
el renacer del amor.

Monseñor vives hoy en el corazón
del pueblo que tanto te amó.
Monseñor tu verdad nos hace marchar
a la victoria final.
Monseñor vives hoy en el corazón
del pueblo que tanto te amó.
Monseñor tu verdad nos hace marchar
a la victoria final.

(Grupo Fidelidad de Dios)









































25 marzo, 2010


CUARESMA






Con San Romero,


hacia la Pascua,


Caminemos.




Durante este mes de marzo hemos sido testigos de las innumerables peregrinaciones de hombres y mujeres que han visitado El Salvador, en búsqueda de lugares y rostros concretos que nos hablan de la persona, vida y misión del gran pastor y mártir de la Iglesia salvadoreña Mons. Óscar Arnulfo Romero.



Podríamos comenzar por preguntarnos: ¿por qué hoy se sigue haciendo memoria de Mons. Óscar A. Romero? ¿qué nos dice su palabra, su vida y misión?...Sin duda alguna, hoy más que nunca tiene sentido seguir haciendo memoria de la vida de este gran pastor de la Iglesia Salvadoreña. Sus palabras y acciones se han quedado grabadas y se actualizan en la memoria del pueblo.




Se le recuerda porque realmente fue amigo de los más pobres, amigo de Dios; luchador incansable de la justicia social...Monseñor Romero se hizo pobre entre los más pobres. Aprendió a mirar el mundo con la mirada de los pobres…¡Qué mirada tan conflictiva!...




El ser pobre entre los más pobres tenía implicaciones muy serias, le costó su propia vida, pero en fin, estaba convencido de que su vida no le pertenecía. Su existencia en la tierra le pertenecía a Dios y a su pueblo. Cuando se está convencido de esto vivimos como hombres y mujeres resucitados, lo demás se hace secundario.





No hacerlo sería traicionar el Evangelio de Jesús, a echar por la borda el mensaje liberador de Jesucristo que exclamó a viva voz en la sinagoga:



“El Espíritu del Señor está sobre mí el me ha ungido para traer la Buena Nueva a los pobres para anunciar a los cautivos su libertad a los ciegos que pronto verán para despedir libres a los oprimidos y a proclamar el año de gracia del Señor” (Lc 4,18-19)





Por tanto, la palabra de Romero tiene actualidad en nuestros días, recordarle es como beber la sabia nueva que le da sentido a nuestro compromiso como cristianos y cristianas de hacer un mundo más justo y humano.



Hoy hay mucho que hacer, que san Romero de América nos ayude a profundizar nuestro ser de cristianos.









VIVAMOS


LA CUARESMA 2010








EN CAMINO





Cuaresma es tiempo de hacer camino. No es un tópico (algo común), ni un recurso fácil que repetimos cada año. Los Evangelios presentan a Jesús en camino a Jerusalén donde consumará la entrega de su vida. Durante cuarenta días queremos seguir sus pasos.




Cuarenta es un número redondo cargado de significado: representa el tiempo de la vida humana, sea más larga o corta, y la condición de “hombre caminante” (homo viator); y representa, además, recordando la marcha de Israel por el desierto durante cuarenta años, el tiempo de una generación.



“Somos un pueblo que camina, y juntos caminando podemos alcanzar otra ciudad que no se acaba sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad. Somos errantes peregrinos, en busca de un destino, destino de unidad. Siempre seremos caminantes…” (E. Vicente Mateu)





Tenemos compañía, tenemos guía. Queremos ponernos en camino y siguiendo a Jesús y llegar con él a la meta de la pascua. Su pascua será nuestra pascua. Pero esta cuaresma será inédita. Las fuerzas con que contamos, los paisajes que atravesamos, los compañeros que tenemos son distintos.



Si el mundo que nos rodea gira atrapado en sus propias cuaresmas, de sufrimientos en unos, de indiferencia en otros, nuestra cuaresma cristiana no puede permanecer ajena a ellas.



Pero esta cuaresma será inédita. Las fuerzas con que contamos, los paisajes que atravesamos, los compañeros que tenemos son distintos. Si el mundo que nos rodea gira atrapado en sus propias cuaresmas, de sufrimientos en unos, de indiferencia en otros, nuestra cuaresma cristiana no puede permanecer ajena a ellas.







No repetiremos gestos pasados, ni pasaremos de largo insensibles a la vida de los hombres. “danos valor para la lucha… danos la luz de tu Palabra, que guíe nuestros pasos en nuestro caminar; marcha Señor, sobre nosotros, pues sólo en tu presencia podremos alcanzar otra ciudad…” (Revista para la celebración litúrgica, Vol. 56. 2010/2)

¡NOS VEMOS EN LA PASCUA…!







MONSEÑOR ROMERO




Y




LA EVANGELIZACION INTEGRAL











Monseñor Romero en su Cuarta Carta pastoral nos regala un rico mensaje para nuestro tiempo.Uno de los puntos fundamentales es el que se refiere a que la Iglesia debe tener su propia identidad. Para ello es necesario conocer la estructura en que vive el hombre en nuestro tiempo.
















En esta época histórica y en el mundo actual, Monseñor Romero, nos invita a seguir los pasos de Jesús y llenarnos del espíritu evangelizador. En él, la fe parte de una opción por la justicia y el amor, en especial de los pobres. Esta es la expresión concreta de su condición de discípulo de Jesús y anunciador del Evangelio.







La fe es, en primer lugar, insertarse desde un estilo de vida, desde un modo de ser hombre y mujer entre los seres humanos a la manera de Jesús. Se trata de ser, cada creyente, como dice Monseñor Romero, “carne de Cristo en la historia”.



Así, la misión de la Iglesia sólo será auténtica, en las diversas circunstancias de la historia, al presentar a Cristo, como voz de la Iglesia, sus manos para trabajar en la construcción del Reino en el mundo actual.





Para Monseñor, la Iglesia es todo el pueblo creyente y organizado en función de una lucha comprometida para que venga el Reino de Dios; para que se haga presente en la historia como reino de justicia y amor.





Desde la libertad del Reino de Dios; desde la libertad que da la conciencia del deber pastoral, se puede decir al poder establecido lo que está bueno y lo que está malo.



Cuando Monseñor Romero habla de una evangelización integral, está hablando de buscar que el hombre y la mujer tenga una vida digna, con lo básico para vivir bien, con fuentes de trabajo, en paz, en justicia.





Buscando esta realización de la persona y de la sociedad se comenzará a hacer presente el Reino de Dios. Hagamos presente el Reino convirtiéndonos en mejores personas y resucitando con Cristo en el día a día.

José Rodolfo Vásquez, cmf










































PALABRAS DE


DON PEDRO CASALDALIGA









Celebrar un Jubileo de nuestro San Romero... es celebrar un testimonio
que nos contagia de profecía… Este Jubileo debe renovar en todos nosotros y nosotras
una esperanza, lúcida, crítica pero invencible. “Todo es gracia”, todo es Pascua, si entramos a todo riesgo en el misterio de la cena compartida, la cruz y la resurrección. En el seguimiento de Jesús, Reino adentro. Nuestra coherencia será la mejor canonización de “San Romero de América”.


(de la carta a Mons. Romero


en el 30a. de su Martirio)















































































EXPERIENCIA VOCACIONAL









UN SÍ DEFINITIVO
AL SERVICIO DEL REINO










Hoy es un día muy grande, en mi vida; el Señor
me ha mostrado sus maravillas y por eso estoy alegre.



Comparto la experiencia que he vivido a lo largo de 10 años con las Religiosas de María Inmaculada, Misioneras Claretianas.





Un Sábado, 12 de septiembre de 1999, el Padre Omar Ulate, Misionero Claretiano, me dio la oportunidad de tener contacto por primera vez con las Misioneras Claretianas en San Pedro Sula, Honduras. Con ellas me sentí identificada; sus gestos, acogida, fraternidad y cercanía que me motivó para iniciar esta experiencia.
















Ya tenía varios años de andar en esta búsqueda. Viví mi proceso de encuentros vocacionales. Visité a las Hermanitas del Evangelio de Carlos de Foucauld y las Carmelitas Misioneras que me gustaba mucho lo que ellas realizaban. Han sido 10 años vividos y compartidos de mucha intensidad que me fueron indicando el camino por recorrer.


Aprendí a vivir y a valorar la vida de otra manera. Además, me dí cuenta que sólo compartiendo codo a codo con las hermanas descubres lo humanas y frágiles que son, eso te hace descubrir que Dios se vale de personas concretas para continuar su obra de construir el Reino.





La verdad no puedo definir el sentimiento que me embarga por dentro; sólo sé que mis hermanas de comunidad están aquí aguantando mis nervios y ansiedad. Pero lo importante y trascendental no es decir en un día concreto te entrego mi vida para siempre, sino darme cuenta que no es una respuesta por compromiso y obligación ni tampoco se culmina en un acto público; pero sí es una manera de decir y compartir con el pueblo lo que el hace en mi vida, sentir y descubrir que he sido mimada por Dios.






Agradezco a Dios por este regalo de la vocación. Pido a Mons. Romero que interceda por mí para que sea fiel y perseverante en esta respuesta definitiva. Que su sangre derramada por este pueblo sea mi inspiración en mi entrega al servicio de los demás principalmente este pueblo pobre humilde y sencillo que marcan la razón de ser de mi vida consagrada.














¡¡Infinitamente gracias!!






DINA MORALES,
MISIONERA CLARETIANA









































































HOMENAJE


A


MONSEÑOR ROMERO





Símbolo de rebeldía
fue tu manera de amar.
Serás por siempre profeta,
guía de la libertad.

En estos tiempos de Guerra,
tu valentía orientó.
La esperanza justiciera,
gritando liberación.

Monseñor vives hoy en el corazón
del pueblo que tanto te amó.
Monseñor tu verdad nos hace marchar
a la victoria final.

Hoy tus palabras sencillas,
denuncian la libertad.
Marcan con sangre al tirano,
llaman al pueblo a luchar.
No podrán callar tu ejemplo,
el imperio del dolor.
Tu sangre será la vida,
el renacer del amor.

Monseñor vives hoy en el corazón
del pueblo que tanto te amó.
Monseñor tu verdad nos hace marchar
a la victoria final.
Monseñor vives hoy en el corazón
del pueblo que tanto te amó.
Monseñor tu verdad nos hace marchar
a la victoria final.

(Grupo Fidelidad de Dios)







09 enero, 2010

ARDER EN CARIDAD

VIVIENDO NUESTRA VOCACIÓN MISIONERA EN BELICE
Por Edgardo Guzmán, cmf

Llegamos el 16 de Diciembre del año recién pasado, desde que entramos al país nos abrimos a una realidad completamente nueva para nosotros, nos comenzaron a contar que tiene 6 distritos, que el idioma oficial es el inglés, que a pesar de que no estar muy poblado hay una variedad de idiomas y culturas, como llegábamos de El Salvador nos sorprendía ver las carreteras con poco tráfico y los poblados con escasa gente. Poco a poco nos hemos ido encontrando con la gran cantidad de guatemaltecos, salvadoreños y hondureños que viven y trabajan en estas tierras.

La misión claretiana en Belice se inauguró oficialmente el 1 de septiembre del 2002, es llevada por la delegación claretiana del Reino Unido e Irlanda, nuestra casa está en la capital del distrito de Stann Creek, Dangriga (donde la mayor parte de la población son garífunas) desde aquí se atienden el resto de las comunidades, más de treinta, son comunidades muy variadas culturalmente, porque además de los garífunas en la parroquia hay también criollos, q´eqchi´, maya mopan, “hispanos” (salvadoreños, guatemaltecos, hondureños) y muchos asiáticos de la India, China, etc. Dentro de las comunidades que acompañamos se hablan seis idiomas a parte del inglés y el español, también se habla garífuna, criollo (inglés con influencia africana), q´eqchi´, maya mopán.

Además de ser una realidad tan pluri-cultural y multilingüe, nos hemos ido dando cuenta por los testimonios de la gente la realidad que viven los emigrantes venidos de nuestros países. Si bien la mayoría de las comunidades son tranquilas, sin la violencia y la delincuencia que afecta nuestra región, hay otras realidades de pobreza y marginación, sobre todo la que viven los trabajadores/as de las fincas cuyos propietarios son gente de mucho dinero que tiene mucho poder. En las comunidades garífunas hay un alto índice de personas infectadas con VIH, desde la parroquia se promueve un programa (Claret Care) que además de la consulta y pruebas gratis, le da acompañamiento a las personas infectadas y promueve la prevención. Durante estos años también se ha llevado la administración de 15 escuelas católicas que están en el distrito, con unos 200 maestros y unos 4,597 estudiantes.

El pasado 7 de enero tuvimos nuestro retiro comunitario. Centramos nuestra reflexión en torno al apartado que dedica la declaración del XXIV capítulo general, Hombres que Arden en Caridad, al llamado a trabajar apostólicamente de forma renovada. Estas son algunas de nuestras impresiones:

Abel Carbajal, cmf: Siempre que vamos a tener una experiencia de misión hay como una emoción, una expectativa de lo que puede ser la misión, eso fue lo que yo viví antes de venir aquí, no sabía nada de Belice. Al estar aquí me he preguntado cómo podemos responder desde nuestro carisma claretiano a esta realidad. Tengo claro que en la misión más que venir a hacer, de lo que se trata es de aprender. Porque van surgiendo más preguntas que respuestas, de ahí que lo importantes es lo que de evangelio podemos vivir, lo sencillo, lo que uno comparte con la gente, la confianza que tienen en nosotros eso es lo que nos compromete a ser fieles en el seguimiento de Jesús. Para mí, está siendo una experiencia positiva por que me ayuda a ir madurando en mi propia vocación. Agradezco también por la acogida de la delegación del Reino Unido e Irlanda, a ustedes.

Oscar Barrera, cmf: para mí esta experiencia está siendo muy enriquecedora. Una nueva experiencia, un nuevo lugar, es poco el tiempo que llevamos pero nos marca. Es una experiencia que nos pone retos para la vida y para las tareas apostólicas. El hecho de formar una nueva comunidad por unos días con ustedes también ha sido una experiencia enriquecedora y sobre todo el estar viviendo con la gente en medio de las fincas, gente pobre con la que me ha tocado compartir en sus pequeñas casas y me he dado cuenta de las grandes necesidades que viven, me he dicho que el evangelio de Jesús es una buena noticia que se tiene que anunciar también a ellos. Hay un grito de la gente, piden mayor presencia, más atención, más preparación. Esta experiencia me invita a mí en este último año de mi preparación inicial a preparar mi disponibilidad para colaborar con la misión. Todo esto me ha ayudado.

Carlos Menjivar, cmf: para mí, ha sido una experiencia distinta, diferente. Al compartir con la gente y ver la realidad que viven, que no es muy distinta que la que se vive en nuestras comunidades. Es una realidad de pobreza, de exclusión, la única fuente de trabajo son las fincas, donde no hay derechos laborales, los salarios son muy bajos, no hay seguro social. Se vive una situación laboral difícil y no se vislumbran nuevas oportunidades. Estar compartiendo con Doña Rosa Hernández en la aldea de Cowpen me ha servido para poder experimentar la realidad que viven los pobres, después de venir de la comodidad de nuestra casa y ahora estar compartiendo todos los espacios con esta familia me ha ayudado mucho. He aprendido bastante de doña Rosa, de su entrega, su disponibilidad, su generosidad, estoy muy contento de haber vivido esta experiencia con ella porque es una manera de revivir y de reavivar eso que nos caracteriza a nosotros como claretianos, la hospitalidad, la cercanía, el hacer sentir bien a la gente en nuestras comunidades.

Dominic Mcdonagh, cmf: Trabajar en Belice no ha sido fácil. Muchas veces no se siente el amor ni el aprecio de la gente, pero esa experiencia siento que también me ha ayudado a crecer. Tuve que sacar cuanto antes mi nacionalidad beliceña para que no me sacaran del país. Creo que nuestra evangelización ha de cambiar la realidad que vive nuestra gente como invita el capítulo general trabajar en equipo, crear redes que ayuden a cambiar la realidad.

Albin Bellorín,cmf: para mí venir a Belice ha sido una experiencia nueva personal y congregacional. Venir a esta misión es venir a otra delegación, compartir con ustedes, es una pequeña experiencia que nos va abriendo a la universalidad de la congregación y eso me enriquece tanto como persona y como claretiano. Nos hemos dado cuenta de la compleja realidad que se vive, hay mucho por hacer, en otro tiempo se ha apostado por la educación, ahora nos damos cuenta que nos basta solo con eso, hay que articular otros medios. Siento que hay que promover lo que dice Aparecida el encuentro personal con Jesús vivo. Nuestro aporte como claretianos estaría en insertarnos en esta realidad para que desde ahí podamos ir creando redes. Al venir acá nos hemos encontrado gente de nuestros países me ha surgido la pregunta ¿Cómo acompañar a estas personas que están en la diáspora? Gente que viene en busca de trabajo y se encuentra con medio muchas veces hostil, cómo la Iglesia es una luz, es un faro, un motivo de consuelo. Siento por eso que es una experiencia muy rica. En este compartir va creciendo esa inquietud de servir la disponibilidad por servir.

Manuel Sam, cmf: toda nuestra vida es siempre una experiencia de misión. Al ir caminando nos vamos encontrando con distintas experiencias. Y como decía Manuel de Jesús Tzalam, catequista asesinado en el Petén, Guatemala en plena celebración de la palabra : “Si no puedes luchar por tu hermano ¿para qué sirve tu vida?”. Nuestra vida es siempre una experiencia de misión, que se va reforzando desde la vida en comunidad lo creo porque es evangélico. El trabajo en equipo no es nada fácil, pero este último capítulo nos invita a volver a la fuente a ese Claret que arde en caridad. Esto me ha ayudado a entender que tenemos que ser misioneros que están en camino, el peligro siempre es acomodarnos, instalarnos. Esta misión de Belice no nos deja instalarnos. Al llegar aquí me preguntaba cómo entrar en este lugar, cuando visité la aldea de San Román donde se hablan tres ó cuatro idiomas, me preguntaba ¿qué idioma voy hablar? Creo que tendríamos que hablar el idioma del amor el que todos entienden.

Gerald Ezekwere, cmf: me llama la atención la diferencia que hay entre la acogida y el valor que le damos en África a la Iglesia y al servicio dentro de la Iglesia, la forma como se respeta y valora a los misioneros y a los estudiantes, se aprecia el trabajo que realizan y también se les cuida. Aquí nos encontramos que a pesar de tantos años de evangelización la gente no sabe quién es un seminarista, o nos topamos con mucha indiferencia y frialdad. Por eso, la alegría que vivimos dentro de la comunidad nos tiene que dar energía y fuerza para poder enfrentar la realidad muchas veces dura y difícil con la que nos encontramos. Lo que nos ayuda es tener una actitud positiva, los claretianos nos tendríamos que caracterizar por la alegría.

Cuando yo compartía ponía el énfasis sobre todo en lo que nos dice el número 20 de la declaración del capítulo general: “Identificar misión con tareas apostólicas es peligroso y teológicamente incorrecto. Llamados a poner la misión en el corazón y éste en la misión, hemos nacido para vivir, testimoniar y anunciar el Evangelio, no sólo para llevar adelante trabajos apostólicos, aunque éstos tienen un incalculable valor…” Lo decía porque al ver el lugar donde yo iría, donde los garífunas sólo hablan inglés y su lengua materna, lo primero por lo que me preocupé es por lo que iba a hacer; inmediatamente me di cuenta que no podría mucho, ya que apenas me puedo comunicar con ellos, pero recordé algo que me ayudó mucho cuando estuve en mi año de misión en Kuna Yala y es que la misión es más que llevar, enseñar, hacer es vivir personal y comunitariamente el evangelio de Jesús.