30 junio, 2007

BOLETIN 6: SE BUSCAN PROFETAS

Gilberto Escalante López, Delegado de la Palabra en Las Granadillas Santa Tecla
Templo de Las Granadillas, Santa Tecla
P. Paco Soto
Interior del Templo
María Magdalena Escalante López

Alba Luz Esclante de González
Mercedes Victoria Ibarra
Campesinos en resistencia por la defensa del medio ambiente en San Julián



Estamos en tiempos difíciles, en tiempos de cambios acelerados; en una época injusta, donde la lógica y las leyes del mercado son las que rigen las relaciones sociales. Nuestro pueblo sencillo sufre en lo más básico de la vida, como es la vivienda, el trabajo, la educación. Por eso, en este Boletín, al presentar los testimonios de la gente de nuestra experiencia apostólica en Las Granadillas y el testimonio de campesinos en pie de resistencia en San Julián, nos surge la súplica y el anhelo por nuevos profetas que hagan escuchar la voz del pobre. Necesitamos de profetas en nuestras comunidades, gente llena de fuego y de pasión que arriesgue todo lo que son y tienen por el bienestar de sus hermanas y hermanos. Demos el paso.


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Inicié mi camino de vida cristiana, hace 25-30 años, motivado por mi suegro. Él me ayudó en mis primeros pasos en la fe en una etapa muy difícil del país, en la guerra de los 80’s. Así he venido caminando a través de todos estos años en medio de dificultades, pero también, en medio de alegrías, conviviendo con la comunidad y trabajando por el bienestar de todos. Hoy en la Iglesia soy Delegado de la Palabra y trabajo con niños, catequesis de adultos, preparación bautismal y animo en el coro.

Las Granadillas vive un poco de la agricultura, de la caficultura que en los últimos años bajó sus precios. Hoy en día la gente se traslada a la ciudad por la escasez de trabajo que hay en el campo y por el poco apoyo que se da a los campesinos. La situación es muy difícil porque los insumos agrícolas son muy caros y no rinden para obtener ganancia en la cosecha. Al no haber rendimiento económico el campesino pierde motivación para sembrar; por eso la juventud no quiere trabajar en el campo y prefiere ir a la construcción o a la jardinería en la ciudad para poder subsistir. Un serio problema social de Las Granadillas es que hay muchas familias de escasos recursos que, a pesar de haber trabajado bastante por buscarles soluciones con la ayuda de proyectos, todavía hay viviendas que no son dignas. Muchas propiedades no están tituladas y eso ha dificultado la ayuda. La escasez de empleo empeora la pobreza en las familias. Por eso sueño una Iglesia donde realmente haya fraternidad y unidad, donde todos nos sintamos como una gran familia; así es como podemos estar más cerca de Jesús. Cuando estamos unidos, cuando nos amamos los unos a los otros, es cuando estamos más cerca de Dios. (Gilberto Escalante López).


El Cantón de Las Granadillas está ubicado en la Cordillera del Bálsamo, justamente a 5Km de donde sucedió aquel terrible deslave donde murieron varios centenares de personas. Justo detrás está nuestro cantón. En el templo tenemos a la Virgen de la Inmaculada Concepción, detrás de ella una cruz de madera vacía, que nos recuerda que el cristiano tiene que tomar la cruz. Tenemos, a la derecha de la Virgen, a una persona muy querida, respetada y admirada en muchos sitios, no sólo en El Salvador; él es nuestro hermano, querido hermano profeta, mártir, pastor bueno y humilde que dio la vida: Monseñor Romero. También tenemos a otro compañero de Monseñor Romero, a la izquierda de la Virgen. Es un sacerdote que estuvo por acá; él trabajó en la Parroquia del Calvario en Santa Tecla y, como nosotros pertenecemos a esa Parroquia, él venía por acá. Un día, -por lo visto a los ricos no les gustaba lo que él decía-, a una cuadra de la Parroquia también lo mataron; es nuestro hermano, nuestro compañero sacerdote, el P. Rafael Palacios.

Hoy, precisamente, estamos celebrando el 24 de Junio, día del nacimiento de San Juan Bautista, asesinado por denunciar los pecados de Herodes. En este ambiente martirial nos admiramos porque, como decía Monseñor Romero, “la Iglesia es Una, Santa, Apostólica y Perseguida”. Cuando la Iglesia no es perseguida por los que solamente buscan su interés y provecho, entonces yo pienso que no es verdaderamente la Iglesia de Jesús, sino una iglesia de este mundo. Tenemos que buscar una paz basada en la justicia, en el amor, la solidaridad y en la verdad. Hay mucha gente que esto no le interesa, sin embargo nosotros, en este ambiente festivo, nos alegramos de construir el Reino de Dios (Homilía de Paco Soto, sacerdote diocesano de Andalucía, España, que trabaja hace 8 años en El Salvador, en la Solemnidad del nacimiento de San Juan Bautista).


Sueño que Las Granadillas sea una comunidad donde todos convivamos en igualdad, todos y todas con un mismo sentir; que nos preocupemos de los problemas de todos. Que no haya distinción de personas. En las sectas nos encontramos con el problema de que “solamente son ellos” y a veces discriminan a las otras iglesias; yo quisiera que hubiera unidad, sin distinción de religión, donde haya más participación (María Magdalena Escalante López).


Muchos hogares de Las Granadillas sufren por el alcoholismo, los hombres toman demasiado y debido a eso muchas mujeres se separan y los niños sufren también. Por el alcoholismo se da la violencia. Sueño que todos tengamos una casa; hoy yo estoy construyendo la mía gracias al P. Paco. En mi casa vivimos tres familias y, quiérase o no, es incómodo. Creo que cada quien debe tener sus espacios y vivir independientemente. Hay muchas familias en alto riesgo y me da mucha lástima de cómo hay casas que con un terremoto fácilmente pueden caer (Alba Luz Escalante de González).


Mis papás me inculcaron la fe desde que empecé a tener uso de razón. Ellos me traían a la misa y, conforme crecí, nunca me he desatendido de las cosas de Dios. Hoy trabajo en los cuidados de la Iglesia y me siento muy feliz y contenta de estar cerca de mi comunidad. El P. Paco nos ha ayudado mucho; todo eso que ve ahí, los caminos, los adoquinados, las viviendas, el hogar de ancianos… ha sido gracias a él. Estamos viviendo en una casa digna (Mercedes Victoria Ibarra).



DESDE SAN JULIÁN,
CAMPESINOS EN RESISTENCIA

Campesinos de San Julián, Sonsonate, se encuentran en pie de resistencia pacífica ante la tala indiscriminada de árboles en el nacimiento de la cuenca del Río Tazulá, cantón Achiotal, caserío El Jovillo. Ante la denuncia de los vecinos, la Comisión del Medio Ambiente del municipio se hizo presente y verificó la tala de tres enormes árboles de conacaste, al parecer vendidos por la dueña de la finca a un vecino del lugar. No se sabe con certeza qué proceso se hizo ante el Ministerio del Medio ambiente y qué criterios se utilizaron en la aprobación de los permisos pertinentes. Los campesinos impidieron la tala de un cuarto árbol y decidieron quedarse en el sitio desde el día martes 19 de junio, velando para que no lo corten. Varias personas de San Julián se han unido a la protesta, concientes de la necesidad de proteger el medio ambiente.


La Comisión desea sentar precedente en esta lucha por medio de dos vías, tanto la del hecho social de la presencia, como también haciendo uso de la parte legal. En efecto, la Comisión, con la ayuda de un abogado, pretende averiguar quiénes son los responsables, a nivel institucional, de haber dado tal permiso. Dice Don Tomás Tepas, uno de los campesinos en resistencia, “queremos la garantía legal de que se respete la naturaleza. Hasta que no la tengamos vamos a permanecer aquí. Confiando en Dios y en el ser humano esperamos obtener una respuesta positiva. Son las instituciones de gobierno las responsables, porque no han promovido un nivel de educación que vaya de acuerdo a la realidad en la protección de nuestros recursos naturales”.



DESPERTAR LA PROFECÍA

Por Freddy Gerardo Ramírez Bolaños, cmf.

Decía Mons. Romero en los últimos días de su vida: “Si me matan, resucitaré en el pueblo salvadoreño”. Y con el paso de los años, al parecer, los verdugos lograron silenciar la conciencia y la voz de la mayoría la población, a base de violencia y sangre. Posteriormente, los mecanismos del poder en este país tan pequeño, empezaron a reproducir la dinámica imperial para lograr una aparente paz… si quieres que el pueblo no se subleve, dales pan y circo. Y con todo, los pobres siguen pasando hambre y analfabetismo. Muchos no resisten esta situación y deciden emigrar a Estados Unidos en busca de una solución para sus familias. Y el país sigue rigiéndose por una especie de lógica que se basa en el acaparar codiciosamente y en el explotar, a más no poder, los recursos de la naturaleza y de las mayorías empobrecidas. Y el resultado es, sin muchas triquiñuelas redaccionales, “no tenemos paz”.
No tenemos paz si nuestros hermanos pasan hambre.
No tenemos paz si no tienen un techo digno.
No tenemos paz sin salarios justos.
No tenemos paz sin educación para todos.
No tenemos paz sin el respeto a la memoria de las víctimas.
No tenemos paz sin respeto a la Madre Tierra.
No tenemos paz sin personas dignificadas y respetadas en sus mínimos derechos.
No tenemos paz si no hay respeto a la diferencia.

La Palabra de Dios nos alerta: “No imitemos a Caín, que era el Maligno y mató a su hermano... El que no ama está en un estado de muerte… El que odia a su hermano es un asesino” (1 Jn 12 ss). ¿Qué otra palabra podemos decir ante la realidad de hoy?

Despertemos la profecía y ser portavoces de la Buena nueva del Reino. Salgamos de nuestros silencios y hagamos oír la voz de Dios que clama en los pobres.†



TODOS UNIDOS EN LA VIDA

Todos unidos en la vida,
vamos buscando un horizonte.

Arriésgate, arriésgate, arriésgate hay algo más.
Arriésgate, arriésgate, arriésgate sin vacilar.

Ningún camino es largo para el que cree,
ningún esfuerzo es grande para el que ama,
ninguna cruz vacía, para el que lucha.

Cambiemos las promesas en realidades,
luchemos como hermanos por la justicia,
sembremos hoy la aurora de un nuevo día.

El pan que trabajamos con nuestras manos,
el cáliz que llenamos con alegría,
traerán la primavera a nuestras vidas.



25 junio, 2007

10 AÑOS DE LA FIESTA DEL CORAZÓN DE MARÍA









Por Freddy Gerardo Ramírez Bolaños, cmf.

Durante tres días, los vecinos del Pasaje los Almendros, en Armenia, nos reunimos del 11 al 13 de Junio para celebrar un Triduo en honor del Inmaculado Corazón de María. Compartimos desde la fe y la Palabra de Dios nuestra vida, nuestras dificultades y nuestros anhelos como familias y hermanos en el camino cristiano.

Nuestra reflexión partía del análisis de la realidad de lo que pasa en nuestras familias y en nuestras relaciones de vecinos. Entre los aportes surgían voces que señalaban de un cambio de época en la educación de los hijos; no se trata ya del aprendizaje a fuerza de golpes o gritos. Hoy por hoy necesitamos hacernos amigos de nuestros hijos e hijas, pues los medios de comunicación, las malas influencias y nuestros silencios provocan distancias que destruyen la unidad familiar. Tomábamos conciencia de qué imagen tenemos de la pareja o de la unión matrimonial; muchas veces se asume este proyecto con unos valores deficientes e incluso erróneos. El machismo, por ejemplo, sigue marcando la relación familiar y los hijos van heredando, lamentablemente, este paradigma. También se apuntaba el deseo de ser solidarios y querernos más como vecinos, pues si queremos una sociedad nueva, tenemos que tener familias nuevas y personas nuevas. Y, como base de todas estas dificultades, se señaló la falta de fe, de la experiencia de Dios que humaniza y da sentido a nuestro actuar como personas. Sin fe no es posible abrirnos caminos a la escucha y al respeto del otro/a.

La Palabra de Dios nos ayudó, como siempre, a iluminar la realidad. El primer día, el relato de la visitación de María a Isabel nos hizo caer en la cuenta de lo necesario que es salir de nosotros mismos y de nuestras seguridades para servir desinteresadamente. Nos decía don Fredy Sigüenza que María “nos invita a transformar, cada quien en su hogar, las situaciones que veamos no están bien, tanto en la educación de los niños como en la relación de pareja; también en la calle con los amigos”. Don Roberto Mayén decía que “María va a pesar de la dificultad que tiene, va y da de su solidaridad con su prima Isabel, va a ayudar, va a servir; sabe que Isabel la necesita y por eso va y da todo lo que tiene; pone su fuerza al servicio de los demás. María nos invita a que sirvamos”.

Doña Mary de Mayén decía que cuando no tenemos a Dios en nuestro corazón no tenemos la capacidad de amar al vecino. María amó y sirvió a pesar de su embarazo y de los sacrificios que significaba un viaje de este tipo. María viene a ayudarnos, viene a decirnos que no estamos solos pues contamos con ella para solucionar cualquier problema. Es una gran alegría tenerla con nosotros”. También señaló la importancia de “pedir perdón a los otros cuando cometemos errores, necesitamos dar el ejemplo a nuestros hijos en este sentido”.

El segundo día fue iluminado con el pasaje de “Un tal Jesús” que se titula “Lo que Dios ha unido”. Se enfatizó la importancia del respeto a la pareja como imagen de Dios. La esposa es compañera de camino, por eso Dios la sacó de la costilla de Adán y no de su talón, para decirnos que ella debe estar siempre cerca del corazón. Las palabras groseras, los gritos, los reclamos en nada ayudan a establecer un hogar. La pareja debe cimentar su relación en el amor, en la aceptación mutua de las diferencias, en el trabajo compartido, en la educación de los niños.

El tercer día del Triduo tuvo como centro de reflexión el relato del milagro de los panes y los peces. Si queremos renovar el amor y compromiso tenemos que dar de lo poco que tenemos y Dios allí hará el milagro. Dios hará posible el amor; Dios hará posible, en cada casa, familias nuevas. En este día compartimos, a manera de signo, un pedazo de pan. Nuestro compromiso quedó sellado en el abrazo y en el agradecimiento por estos días de reflexión.

Llegamos al día sábado 16 con todo el entusiasmo para celebrar el mero día de la Fiesta. Todos, desde los más pequeños hasta los mayores, hicimos nuestro aporte; es “la fiesta del Pasaje” pues nuestros vecinos la han asumido con cariño y alegría. Participaron amigos y amigas, gente de las comunidades donde hacemos nuestro apostolado. Gente sencilla, gente del pueblo, gente comprometida. Con ellos celebramos la vida en la Eucaristía y ofrecimos nuestros sueños y esfuerzos de un Reino Nuevo. Oramos por las familias, por los pobres de nuestro país, especialmente por la mujer salvadoreña y por los jóvenes para que se animen a dar un sí al Señor. Compartimos las famosas pupusas salvadoreñas y finalmente se realizó un acto cultural con teatro, canciones, baile y música con mensaje. Celebramos la vida en torno a María; ella nos enseña que sin corazón, sin ternura, sin amor, no hay profecía posible.

A 10 años de nuestra presencia en Armenia los claretianos nos sentimos animados por el espíritu de solidaridad y colaboración que caracteriza a estas familias. Celebrar el Corazón de María es para nosotros celebrar nuestra identidad vocacional, pues “mirando a María entendemos que el cambio que anhela el ser humano se ha hecho ya realidad en Ella de manera privilegiada por la fuerza del Espíritu, que la santificó y la convirtió en Madre del Dios con nosotros. Su conciencia de mujer y de Madre fueron evangelizadoras en plenitud. La presencia de María en la familia claretiana deberá iluminar y dar fecundidad a nuestras respuestas urgentes y eficaces como Misioneros, servidores de la Palabra. Ella es la Estrella de la Evangelización” (La Misión del Claretiano Hoy, 151).

10 AÑOS DE LA FIESTA DEL CORAZÓN DE MARÍA














15 junio, 2007

CELEBRAMOS LA ALEGRÍA DE SER HIJOS DEL CORAZÓN DE MARÍA









MISIONEROS CON CORAZÓN

Hermanos y hermanas, los Misioneros Claretianos estamos de fiesta y compartimos con ustedes la alegría de sentirnos Hijos del Corazón de María. Así es, el próximo sábado 16 de junio estaremos celebrando, con toda la Iglesia, el día del Inmaculado Corazón de María, Patrona y Titular de nuestra congregación. A manera de preparación, estuvimos compartiendo tres días de celebración con nuestros vecinos del pasaje... ellos son los que siempre nos ayudan en el mero día de la fiesta y los que han acogido con mucho amor a estos misioneros por 10 años... Agradecemos a Dios el don vocacional y gozamos el ser hermanos con esta gente bella y sencilla.
Felicidades anticipadas a todos y a todas los que comparten nuestro espíritu cordimariano y misionero.
Su hermano y amigo, Freddy Ramírez Bolaños, cmf. en nombre de la comunidad formativa del Teologado Claretiano en Armenia.
CORAZÓN FIEL DE MARÍA, SÉ NUESTRA COMPAÑÍA.

04 junio, 2007

BOLETÍN 5

Transporte al Cantón Chilata desde San Julián, Sonsonate

Juan José Quintanilla y María Ángela Bonilla

Marlene Guadalupe Quintanilla
Domitila del Carmen Sermeño y sobrinos

Manuel de Jesús, Juan José y Marco Antonio

TESTIGOS EN CHILATA

Una vez más queridos amigos y amigas establecemos comunicación con ustedes. Agradecemos de corazón sus palabras de ánimo y los aportes que nos van dando para mejorar cada vez más este recurso de evangelización. Este número está dedicado completamente a nuestra experiencia de Apostolado en el Cantón Chilata, en la Parroquia de San Julián. Recogemos testimonios de personas comprometidas en la Iglesia en la causa del Reino de Dios, personas sencillas, gente pobre y con dificultades de todo tipo, pero que siguen soñando y trabajando por la realización de un mundo mejor y más humano. Que sus testimonios nos estimulen a la creatividad y audacia misionera.
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Mi vida de fe inició como una enseñanza de mis padres. Cuando estaba yo bien cipote no me gustaba mucho ir a la Iglesia porque prefería andar divirtiéndome en otras situaciones y cosas. Cuando decidí formar mi hogar, cuando ya fui casado y fui pensando diferente, me fui metiendo al servicio de la Iglesia y es así como estoy hasta ahora todavía. Fue Dios el que me llamó a servirle; yo estaba en la adoración nocturna, no existían aún las pequeñas comunidades de base; cuando convocaron a retiro para formarlas yo fui uno de los primeros que participó de ellas. Ahora soy el coordinador de toda la comunidad cristiana de Chilata. Nuestra comunidad tiene grandes problemas sociales, hay extrema pobreza y desempleo. Todos pasamos aquí sin hacer nada porque todas las fuentes de trabajo se acabaron. Antes había un beneficio bien fuerte donde trabajaban hombres y mujeres. Las fincas de los cafetales se trabajaban más, pero luego el café fue rebajando su precio y la gente ya no le puso importancia. El hombre que trabaja tiene que salir fuera de este lugar a Santa Tecla o San Salvador, o muchos a los Estados Unidos. Algunos jóvenes por la pobreza se han tirado a la vagancia y se han dedicado a robar (Juan José Quintanilla).

Soy presidenta de un grupo de la Legión de María. Cuando inicié en la Iglesia lo hice en el apostolado de la Guardia del Santísimo, allá en Los Lagartos. Allá empecé a trabajar y cuando nos trasladamos para Chilata las legionarias me invitaron para visitar a enfermos y ancianos y para animar a más personas. Me gustó y el día de hoy soy presidenta, animando un grupo de 27 personas. Siento que Dios nos pide trabajar más de lleno en la comunidad porque hay delincuencia, pequeñas maras y mucha necesidad material (María Ángela Bonilla de Quintanilla).

Trabajo en bastantes ministerios de mi comunidad. Coordino una pequeña comunidad, doy catequesis de niños, soy contacto de liturgia y estoy en la Legión de María. Desde que fui a un retiro me dieron ganas de trabajar dentro de la Iglesia. Me siento bien galán porque le he tomado amor a cada uno de los cargos que tengo. Sueño que los niños de la catequesis lleguen a ser buenos cristianos (Marlene Guadalupe Quintanilla).

Trabajo en la pastoral social desde hace 11 años. Allí visitamos a los enfermos y les llevamos la Eucaristía a los ancianos. Me siento bien con lo que hago. Trabajamos de la mano con el sacerdote y tenemos una amistad muy abierta con él y con la gente. Tenemos que hacer en la comunidad como decía el profeta Isaías en 50,7: “Yahveh está de mi parte, y por eso no me molestan las ofensas; por eso puse la cara dura como una piedra”. Nada nos debe separar del Señor, debemos tomar fuerzas si de veras estamos de la mano con él. Él es nuestra fuerza para seguir adelante y no desmayar en su obra (Manuel de Jesús Bailón).

Trabajo en la catequesis de niños, en el coro y estoy sirviendo en las pequeñas comunidades como segunda coordinadora. Desde los 7 años estoy en la Iglesia pues mi madre era bien religiosa, siempre me llevaba a la Legión de María. Me incorporé al grupo de jóvenes de este mismo movimiento y allí fui creciendo. Después me comprometí más en las cosas de la Iglesia, sobre todo en las pequeñas comunidades, en las que nos reunimos para aprender a vivir en hermandad como en las comunidades de los Hechos de los Apóstoles. Podemos conocer más a Cristo, aprendemos a ver con buenos ojos a los demás, a darles amor y comprensión. Cristo nos llama a tomar en serio el compromiso y hacerlo de corazón, sirviendo con amor (Domitila del Carmen Sermeño).

Trabajo en el grupo de evangelización. Jesús nos llama a unirnos para ser más fuertes, así las cosas nos van a salir mejor. Todos los proyectos los vamos a alcanzar si nos unimos. Espero que los misioneros nos ayuden a producir buen fruto en la comunidad (Santos Burgos).

Soy originario de San Miguel y llegué a esta Parroquia de San Julián justo un 2 de febrero del año 2005. Esta Parroquia se ha caracterizado por ser muy organizada y tener gente muy trabajadora. Estamos procurando que el Plan de Pastoral de la Diócesis se haga vida. Sueño con una Parroquia donde el proyecto de Jesús se vea con signos visibles, donde la gente llegue a tomar conciencia de que lo religioso nos tiene que llevar a responder a la vida, a la historia, a la realidad (P. Abel Castaneda Nieto)

“Qué pasaría si nos tomáramos en serio nuestro papel de cristianos y no nos quedáramos esperando ‘¿y ahora que hago…?’. No dejemos que otros manejen nuestra vida, aprendamos a manejarla nosotros. Fíjense que si nosotros llegáramos a entender el misterio de Jesús, toda su vida y cada una de sus palabras, el Señor nos desafiara siempre y aprendiéramos mucho. Si esto lo hubiéramos aprendido desde hace mucho tiempo ‘otro gallo nos cantara’, como dice mi abuelita” (Homilía del P. Abel en la vigilia de Pentecostés 2007).


COMUNIDADES VIVAS Y VIVIFICADORAS

Por Freddy Gerardo Ramírez Bolaños, cmf.

El pasado 29 de mayo los obispos reunidos en la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Aparecida, Brasil, daban por concluidos sus días de reflexión sobre la misión de la Iglesia en esta parte del mundo a la luz del nuevo contexto que viven nuestros pueblos. En su mensaje final nuestros pastores hicieron un serio compromiso de trabajar para darle un nuevo impulso y vigor a la misión en y desde América Latina.

Al encontrarnos con realidades tan duras de pobreza y desempleo como la que hay en Chilata sentimos que la misión del anuncio del Reino efectivamente tiene que ser una de las motivaciones y desafíos más grandes para los cristianos. Si Jesús sintió compasión por las multitudes y se lanzó decididamente a la tarea de la liberación de los pobres, de la misma manera él nos anima hoy, por medio de su Espíritu, a ser testigos de la vida y de la buena noticia. Nuestra gente requiere, hoy más que nunca, palabras y acciones de esperanza, de utopía y de realismo evangélico. ¿Cómo imaginar creativamente el nacimiento de una Iglesia con rostro propio, con compromiso profético y con signos visibles de la presencia del Dios bueno que nos abre a la fraternidad y nos llama a la mesa compartida?.

Las respuestas para esta pregunta no son una fórmula matemática. El hacer Iglesia es todo un proceso. Se hace Iglesia cuando se parte fundamentalmente de la experiencia de Dios, de la experiencia de la fraternidad y de la experiencia del servicio. Nuestras comunidades cristianas adolecen mucho de sentir el calor de los otros, por eso, lamentablemente, nuestras liturgias, antes de ser experiencias de compartir y celebraciones de la vida se convierten en actos fríos y anticomunitarios… se tienen los ojos fijos en el cielo, pero no en nuestro suelo, en la realidad que nos toca vivir y en el destino que nos toca compartir y transformar. El P. Abel lo decía claro: “lo religioso nos tiene que llevar a responder a la vida, a la historia, a la realidad”.

Chilata tiene buenos cristianos. Hay gente que sigue apostando por la vida y por la fe transmitida. Gente que se preocupa de sus hermanos. Gente que cree que es posible hacer comunidades al estilo de los Hechos de los Apóstoles. Hermanos y hermanas que dan su tiempo por acercar la Palabra a los que más la necesitan. Pero aún falta más… el Señor siempre pide más, su Reino está en constante lucha con los poderes del mal y de la injusticia que quieren la división del pueblo. No es casualidad que en un cantón tan pequeño como este hayan 5 iglesias, cada una con su tema. Será que el evangelio de la unidad es ahora causa de división e insolidaridad.

¿Hacia donde debemos apuntar?. Los obispos proponen “una Iglesia que se hace discípula”, es decir, que aprenda de Jesús lo que es construir fraternidad e igualdad, que aprenda de Jesús a ser profeta de esperanza y de liberación en esta historia. Por eso cada pequeña comunidad tiene que ser “casa y escuela de comunión” que transmita valores y de testimonio eficaz de la vivencia de un amor real, que no se quede en palabras, sino que se verifique con actos concretos de amor solidario hacia los pobres, cualquiera que sea su condición religiosa o moral.

“Jesús invita a todos a participar de su misión”. ¡Que nadie se quede cruzado de brazos!”, dicen los obispos. Debemos ir decididamente, con renovada pasión, a la lucha por la vida en todos los ambientes, en especial los ambientes difíciles y olvidados… a donde nadie quiere ir. ¡El Reino aún es posible!.


LA PALABRA DE ROMERO

La Iglesia no puede ser sorda ni muda ante el clamor de millones de hombres que gritan liberación, oprimidos de mil esclavitudes. Pero les dice cuál es la verdadera libertad que debe buscarse: la que Cristo ya inauguró en esta tierra al resucitar y romper las cadenas del pecado, de la muerte y del infierno (Homilía, 26 de marzo 1978).


Los que tienen y nunca se olvidan

Los que tienen y nunca se olvidan que a otros les falta,
los que nunca usaron la fuerza, sino la razón,
los que dan una mano y ayudan a los que han caído;
esa gente es feliz porque vive muy cerca de Dios.

Aleluya, aleluya, por esa gente que vive
y que siente en su vida el amor .

Los que ponen en todas las cosas amor y justicia,
los que nunca sembraron el odio, tampoco el dolor,
los que dan y no piensan jamás en su recompensa;
esa gente es feliz porque vive muy cerca de Dios.

Los que son generosos y dan de su pan un pedazo,
los que siempre trabajan pensando en un mundo mejor,
los que están liberados de todas sus ambiciones;
esa gente es feliz porque vive muy cerca de Dios.