03 noviembre, 2007

BOLETÍN 12

Agentes de Pastoral de la Parroquia de Jucuarán

Compartir de los alimentos
Reflexión de la Palabra y de la Realidad
Inicio del Bicentenario en la Casa del Teologado
Nuestra familia claretiana




EN ITINERANCIA MISIONERA

Por Edgardo Guzmán, cmf.

Tengo la alegría de compartir con ustedes algo sobre la experiencia de apostolado que tuvimos en días recientes en la Parroquia de San Sebastián, en Jucuarán, Usulután, al Oriente de El Salvador.

Generalmente, cada mes vamos a compartir algún taller de formación con los agentes de pastoral. Para este mes de octubre se nos pidió un taller sobre la catequesis. Con mucha ilusión nos fuimos preparando Abel y este servidor, buscando material de apoyo, escogiendo los temas, programando la dinámica a seguir, preparando hojas de oración, de cantos, etc.

Salimos para Usulután el viernes 26 de octubre. Para los que no estamos acostumbrados el viaje es largo; pero entre plática y plática el camino se hace llevadero y se disfruta. Cuando menos lo acordamos nos están diciendo que hemos llegado. Después de almorzar con mi hermano de misión y luego de esperar un poco, llega Don Boanerges, delegado del cantón la Ringlera, para llevarnos hasta el cantón de Puerto Caballo. Pronto iniciamos con él una amena conversación…

El paisaje de estos lugares es bonito, da gusto ver las milpas y frijolares, respirar el aire fresco de los verdes bosques, contemplar el imponente horizonte del mar y la bocana de los ríos. Esto es lo que nos da la bienvenida y lo que ambienta nuestra experiencia misionera.

Al llegar somos recibidos por el delegado encargado del cantón. “¡Ya llegamos Napo!” Le dije... Él y su esposa Esmeralda, nos dan posada en su casa, donde siempre la pasamos bien. Después de descansar un poco y de refrescarnos en las cristalinas aguas de una quebrada, Esmeralda nos avisa que ya esta la cena servida. En la mesa nos esperan unos frijolitos calientitos, pipianes cosidos, cuajada y unas sabrosas tortillas de maíz nuevo… de postre elote asado… ¡Qué rico!

Esto es para mí lo más original en la misión: compartir con la gente y sentarme a comer con ellos. Ya que es en estos espacios donde podemos hablar de lo que hacen, de los proyectos que tienen, de lo que está pasando en la comunidad, en fin, de sus gozos y de sus esperanzas, de sus alegrías y de sus tristezas. Y así, poco a poco, vamos entrando en confianza y le vamos dando paso a las bromas, la risa brota espontáneamente y el compartir se llena de alegría.

Comenzamos el taller, con mucha puntualidad, a las 8:00 de la mañana del sábado. Abel con la guitarra al hombro, se presentaba y comenzaba a animar el taller. Eran alrededor de 40 catequistas en su mayoría jóvenes y mujeres. Se reunieron de varios cantones. A algunas les tocó caminar hasta tres horas, ello implicaba madrugar para poder estar a tiempo.

La dinámica que seguimos en el taller fue sencilla: reflexionamos entorno a cinco temas entre el sábado y la mañana del domingo. Vimos la necesidad de renovar la catequesis, el horizonte que debe tener: el Reino; el ser catequistas y las actividades en la catequesis. Todo apuntaba a dar el paso de una catequesis tradicional, a una catequesis renovada como proceso de enseñanza en el seguimiento de Jesús.

Entre todos fuimos tomando conciencia de esto. Ya no basta una catequesis basada en la memorización de oraciones y de mandamientos. Es necesaria sobre todo una catequesis que parta de la realidad y que le enseñe a nuestros niños y niñas los valores del Reino. Todo esto lo tratamos de encarnar desde lo que viven nuestras comunidades.

Quiero resaltar un hecho que me gusto mucho en esto de las comidas. Para poder darnos de comer a todos/as, varias familias colaboraron llevando unos maíz, otros frijoles, arroz, leche, frutas, verduras. Entre todos pues se pudo reunir lo necesario para poder disfrutar de los espacios mesa compartida. Son estos gestos de acogida, de solidaridad, de alegría y de lucha que tiene nuestra gente; son estos gestos propios de los pobres, los que hacen que nuestra experiencia de misión sea una experiencia fascinante, son estos gestos los que nos humanizan.╬


INICIO DEL BICENTENARIO DE CLARET

Por Freddy Gerardo Ramírez, cmf.

Los días 23 al 25 de Octubre estuvimos celebrando con alegría un Triduo en memoria de San Antonio María Claret en el II Centenario de su nacimiento. Compartimos la celebración con nuestros vecinos del Pasaje los Almendros y con los familiares armenienses de los muchachos que se encuentran realizando sus estudios de Filosofía en la casa de formación de Managua.

Los dos primeros días nos acercamos de nuevo a la vida del Padre Claret, a sus orígenes, a su pasión por el anuncio del Reino, a sus obras evangélicas, a su recorrido misionero. Recordamos sus grandes lemas: “La caridad de Cristo nos urge”, “Válganse de todos los medios posibles”, “Buscar en todo la mayor gloria de Dios”, “Mi espíritu es para todo el mundo”.

El último día del Triduo cantábamos en el himno del Bicentenario “nos encanta la herencia claretiana”. Recogimos lo vivido en esos días en una pequeña síntesis: tenemos un gran tesoro en nuestras manos: hacer posible el Reino de Dios donde estemos presentes. Y como no puede haber fiesta sin comida, compartimos un tamalito con chocolate caliente, sintiéndonos familia misionera.


LA PALABRA DE ROMERO

“Una Iglesia que no se une a los pobres para denunciar desde los pobres las injusticias que con ellos se cometen, no es verdadera Iglesia de Jesucristo” (Homilía 17 de febrero de 1980).


BUENAS NUEVAS

Buenas Nuevas, Buenas Nuevas,
pa’ mi pueblo el que quiera oír que oiga
y el que quiera ver que vea.
Lo que está pasando en medio
de un pueblo que empieza a despertar.
Lo que está pasando en medio de un pueblo
que empieza a caminar.

Caerán los que oprimían
la esperanza de mi pueblo.
Caerán los que comían
su pan sin haber sudado.
Caerán con la violencia
que ellos mismos han buscado
y se alzará mi pueblo
como el sol sobre el sembrado.

Ya no estés más encorvado
tu dolor se ha terminado.
Mucho tiempo has esperado
tu momento ya ha llegado.
En tu seno pueblo mío
hay un Dios que se ha escondido
y con fuerza ha levantado
tu rostro adormecido.

1 comentario:

  1. Que bonito que les gusto su experiencia en esta su comunidad también. Att. Tomas. Parroquia San Sebastián Mártir, La Ringlera.

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