03 septiembre, 2006

BOLETÍN 2


FIESTAS PATRIAS
¡Señor, no tienes manos, tienes sólo nuestras manos para construir un mundo donde habite la justicia!

Estamos, amigos y amigas de “Construyendo el Reino”, en el llamado “mes de la patria”, en el que, con diversas actividades culturales, los salvadoreños y salvadoreñas recordamos la firma histórica del acta de independencia del reino de España, en 1821. Sin duda alguna, es una de las celebraciones más alegres y festivas de nuestro pueblo. Tristemente contrastamos que los colores y la música se convierten en una cortina de humo, precisamente para ocultar nuestra situación de no libertad y “dependencia” de las potencias internacionales. La violencia campea en nuestras instituciones, calles y hogares. Tenemos miedo, callamos ante la injusticia por temor a las represalias de los poderosos, no hay justicia efectiva para los pobres, no se nos permite decir lo que pensamos…

Con este número queremos despertar en nosotros y en ustedes el potencial utópico y esperanzador de los que ponen su palabra y su acción al servicio del pueblo. Hoy, más que nunca, estamos llamados/as a la transformación de nuestra situación de “dependencia”. No podremos construir una civilización humana y humanizante mientras los mecanismos de injusticia neoliberal se complejizan cada vez más con los TLC y las políticas de alianza con las potencias que pisotean la dignidad de nuestro pueblo. No podemos ser realmente libres e independientes cuando el temor nos hace dar marcha atrás en el reclamo de nuestros derechos humanos básicos. Es necesario ir delineando en nuestras comunidades una teología y praxis cristianas que partan de la vida real los pobres y los marginados de nuestra Patria Grande, si realmente queremos un nuevo orden social.

Queremos dar las gracias por todo el apoyo y palabras de ánimo que nos han dado hasta el momento. Sinceramente creemos que este boletín es fruto del encuentro con cada uno de los/as que como ustedes ofrecen sus manos libres y generosas para construir el Reino de Dios en este suelo y en esta historia.
¡VIVA LA INDEPENDENCIA! ¿DE QUÉ?
Centroamérica celebra en el mes de septiembre su independencia de España. El 15 de septiembre de 1821 las provincias de Centroamérica se proclamaron independientes de la corona española y, por eso, en los distintos ambientes de trabajo y estudio, se le da una especial relevancia a todo lo que tiene que ver con la patria, los héroes que la forjaron; se exalta el nacionalismo y, por eso, nuestro corazón late más fuerte cuando escuchamos el himno de nuestra patria que nos hace sentir verdaderamente salvadoreños, nacidos en este terroncito de América. Al cantarlo, se evocan las batallas libradas, la sangre derramada, por conseguir una libertad y una igualdad muchas veces empañada por intereses egoísta de hombres y mujeres que se creen los dueños del país.

En estas fechas los sonidos enardecedores de las bandas estudiantiles y los colores patrios hacen que nuestra memoria histórica se olvide o muchas veces el mercado se encarga de ello. La verdadera independencia o, mejor dicho, la lucha por una verdadera independencia, se ha ido coloreando de un sensacionalismo y de un nacionalismo superficial que no toma en cuenta la realidad de nuestro país y de los demás países centroamericanos que están sometidos a potencias extranjeras por medio del mercado.

Es bueno que en estas fechas, en que se nos recuerda aquel proyecto de nación que empezó hace ya muchos años, nos demos cuenta que la independencia de los países centroamericanos y los demás países de Latinoamérica fue decisión de los criollos, o sea, de españoles nacidos en América, en contra de los españoles peninsulares. Este levantamientos de los criollos no tuvo nada que ver con la situación de explotación y miseria que vivían los indígenas. Por eso, la libertad tantas veces proclamada y la prosperidad que se esperaba con la independencia fue sólo para un grupo de criollos hacendados. Luego, sus hijos y los descendientes de éstos son los que hoy siguen controlando los destinos de los países “independizados”.

Jesús de Nazaret, en su praxis profética, luchó decididamente por la libertad y dignidad de su pueblo. Su convicción más profunda era que Dios es glorificado en la medida que los pobres fuesen libres, tuvieran pan, salud y un lugar en la sociedad. Los/as cristianos/as al recibir nuestro bautismo nos comprometemos a vivir como Jesús este compromiso radical de servicio al pueblo. Si hablamos de los principios del amor, de la fe y de la esperanza, tales principios deben tener una concreción histórica en nuestra vida ordinaria. Tal concreción, a nivel social, equivaldría a la justicia ejercida a favor de los pobres.

De la historia de El Salvador hoy tenemos que replantearnos nuestra forma de celebrar la independencia: ¿no será que necesitamos una nueva independencia, que sea para todos/as? En este momento no basta con emocionarse al escuchar las notas sagradas del himno nacional y ver las marchas en las calles. Hacen falta políticas que promuevan un desarrollo integral para todos/as.
¿DÓNDE ESTÁN LOS DESAPARECIDOS/AS?
El pasado martes 29 de agosto abordamos el tema de los “desaparecidos/as” en el programa de televisión “Construyendo el Reino”, que se trasmite cada miércoles a las 7:00pm en Armenia y a la 1:00pm en San Julián. Por este motivo invitamos al Sr. Mario Sánchez, director de Pro-Búsqueda, para que nos iluminase, desde su experiencia, la situación de las familias que, durante el conflicto armado, tuvieron este problema de desapariciones forzadas.

Según nos contó el Sr. Sánchez, Pro-Búsqueda se constituyó formalmente el 24 de agosto de 1994 en Guarjíla, Chalatenango. Es una organización de derechos humanos, sin fines de lucro, integrada por familiares de niñas y niños desaparecidos; jóvenes encontrados; y personas identificadas con la problemática. La Asociación realiza la búsqueda de niñas y niños desaparecidos durante el conflicto armado que vivió El Salvador. Promueve la reintegración familiar y social; recupera los derechos de identidad de las víctimas y promueve su reparación moral y material.

La misión de Pro-búsqueda es “encontrar el mayor número de niñas y niños desaparecidos a causa del conflicto y, a través de este encuentro, concretar las demandas de verdad, justicia y reparación, y contribuir a la creación y al fortalecimiento de instituciones que retomen esa problemática.”

Dentro de sus objetivos están el promover la búsqueda de las niñas y los niños desaparecidos por causa del conflicto armado; defender el derecho a la identidad de las niñas y los niños desaparecidos; defender los derechos correspondientes a la filiación de los familiares y jóvenes encontrados; promover la integración entre los jóvenes encontrados, la familia de origen y la familia adoptiva y/o sustituta; reivindicar el derecho a la reparación moral y material para los familiares de niñas y niños desaparecidos a causa del conflicto y de los jóvenes encontrados, y, sobre todo, contribuir a la recuperación de la memoria histórica para abrir el camino a una verdadera reconciliación nacional.

Por último nos compartió los resultados de casos para el 2004: De los 743 casos registrados en Pro-Búsqueda hasta diciembre de 2004, la unidad de investigación ha reportado un total de 292 casos resueltos, de los cuales 166 son reencuentros, 88 localizados y 38 niñas y niños han sido localizados fallecidos. Quedan en calidad de desaparecidos un total de 451 casos.

Para quien quiera contactar a Pro-búsqueda puede remitirse a los siguientes números telefónicos: (503) 2226-6530 / 2235-1039 / 2235-1041. Fax:(503) 2226-6530.

Aquí estamos

Una bandera muy en alto,
a la gran patria
el pueblo que canta y grita.

Orgullosos somos,
de ser en nuestra tierra,
luchadores por la vida
amarga y dulce que nace.

Cantemos y vivamos,
nuestra tierra es con nosotros,
nuestra patria otra es posible,
sin que la rodilla doble
sin que la frente decaiga,
por luchar donde vivimos
por vivir donde luchamos.

Que nadie nos grite:
¡Basta ya!
Que nadie nos diga:
¡Hasta aquí llegaste!
Nuestra tierra es con nosotros,
amarga y dulce que nace,
y siempre la celebramos.

Olingstons Cerda, cmf

01 septiembre, 2006

NUESTRO PRIMER BOLETIN


SOLIDARIOS/AS EN LA COMUNICACIÓN
“La solidaridad es algo más que un gesto, un sentimiento o hacer campañas; es un modo de sentir y de actuar, es hacerse causa común y compartir las situaciones, los intereses y aspiraciones de los más empobrecidos”.

La solidaridad y la comunicación son dos amigas que caminan de la mano y se complementan mutuamente forjando un pensamiento nuevo que nos hace capaces de ver la realidad con ojos nuevos, sin egoísmos de ninguna clase. La comunicación, para que sea tal, tiene que ir llena de contenido, pero de un contenido que implique al ser humano, que haga referencia al otro, no como un objeto sino como una persona en toda su dignidad, con toda su historia, su vida, sus gozos, esperanzas y angustias. Y la solidaridad tampoco puede llevarse acabo sin la comunicación, porque ella nos hace conocer y aproximarnos al sufrimiento del otro, “del prójimo”.
Con este boletín pretendemos: formar una red solidaria de comunicación, donde todos y todas, desde nuestras labores cotidianas, trabajemos por conseguir una sociedad más justa, más humana y más fraterna.

No estamos solos, no somos islas, a todos y todas en los cantones de Armenia y San Julián, PROCLADE, las Escuelas de Teología y demás organizaciones hay algo que nos une: la solidaridad. Construyamos, pues, un tejido de relaciones que fortalezcan nuestros proyectos e iniciativas, humanizando los medios de comunicación, haciéndolos nuestros, apropiándonos de ellos, como herramientas que nos ayuden a concientizarnos, y a liberarnos de todo aquello que no nos deja crecer como personas con dignidad.


31 DE AGOSTO, DÍA INTERNACIONAL DE LA SOLIDARIDAD
Actualmente, la palabra solidaridad es utilizada muchas personas e instituciones. Desde diferentes ámbitos se apela a la solidaridad como uno de los valores fundamentales para las relaciones humanas.

¿Por qué se insiste tanto en los últimos tiempos en la necesidad de establecer relaciones solidarias? La respuesta está en la época que nos ha tocado vivir, una época en la que las desigualdades están a la orden del día. La famosa globalización de la que todo el mundo habla está teniendo consecuencias desastrosas a muchos niveles. El sistema actual, basado en una economía capitalista globalizada, comporta situaciones de injusticia social y económica. En este contexto, se ha producido el incremento brutal de la pobreza con especial énfasis en las mujeres y la niñez.

El modelo de economía actual, guiado por criterios de enriquecimiento y dominación, está siendo cuestionado por muchas personas. Debemos demandar un nuevo modelo de globalización: un proceso de globalización solidario que tenga al ser humano como centro del desarrollo. Debemos entender que el verdadero progreso no se logrará sin la cooperación entre todas las naciones, los pueblos y las personas para acabar con la pobreza . Para ello, debemos asumir, desde nuestras distintas tareas, la responsabilidad ante los pobres, cuyos derechos humanos y dignidad no se respetan.

Pero, ¿somos conscientes de lo que supone una actitud solidaria? Un sabio proverbio persa dice: “las hormigas reunidas pueden vencer al león”. Trabajando unidos y unidas podemos lograr vencer el mundo de injusticia. Ofreciendo lo mejor de nosotros mismos por el bien de los demás podremos capacitarnos para servir y crear nuevas relaciones. La violencia y la pobreza que se viven en El Salvador y que provocan temor y desesperanza en nosotros puede ser vencidos si aunamos esfuerzos y energías para trabajar por un mundo nuevo.

La celebración del 31 de agosto, Día Internacional de la Solidaridad, podrá contribuir a promover y fortalecer los ideales de solidaridad como valores fundamentales para las relaciones en y entre las naciones, los pueblos y las personas.

DESDE LAS ESCUELAS DE TEOLOGÍA PASTORAL
Las Escuelas de Teología Pastoral son un proyecto de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) que nacen del deseo de popularizar la teología que ha nacido del mismo Pueblo de Dios que camina aquí, en El Salvador. A partir de la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, en Medellín, se sembró la semilla de una fe más cristiana y salvadoreña, que ha dado muchos frutos y ha llegado hasta el amor mayor que han mostrado los mártires.

Los Misioneros Claretianos, desde nuestra llegada a Armenia, Sonsonate, en 1997, hemos apoyado decididamente este proyecto de formación laical. Inicialmente apoyamos la Escuela de Zaragoza, la Escuela de Nahuizalco y la Escuela de Ateos. Hoy nos encontramos en la Escuela de Teología de la Vicaría Monseñor Valladares, en la Parroquia de Nuestra Señora de Lourdes, Colón. Contamos con 30 alumnos y alumnas aproximadamente.

Muchos de los que han pasado por las Escuelas han experimentado un cambio significativo en su vida y en su compromiso cristiano. Como afirma la coordinadora del proyecto, Suyapa Pérez Escapini, “es motivo de genuina esperanza experimentar cómo las personas inscritas en las Escuelas de Teología Pastoral siguen creyendo en la Iglesia y se sienten impulsadas en los procesos que dan vida al pueblo. Es compromiso acogido desde el bautismo que se mantiene fortalecido por esta conciencia de comprometerse con este mundo y esta historia de vida para los pobres. Esta misión anima los esfuerzos de todos y todas”.

Hoy sentimos como urgencia que los laicos y laicas tomen conciencia de su papel en la Iglesia y se comprometan decididamente por la transformación de la historia, como lo hizo Jesús. Decía Monseñor Romero que su maestro era el Pueblo. Tal es la experiencia que vamos teniendo como misioneros al lado del pueblo.

VOCACIÓN Y SOLIDARIDAD
Como cristianos debemos hacernos esta pregunta: ¿A qué vino Jesús al mundo?. Las respuestas que recibimos, de una y otra parte, pueden ser muchas y variadas. Sin embargo, el mismo Jesús nos dice a qué vino él a la tierra: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a proclamar la liberación de los cautivos, a dar vista a los ciegos, a liberar a los oprimidos y a proclamar un año de gracia” (Lc 4, 18-19).
Podemos entender la vocación de Jesús como un gesto solidario. No queda duda de que Jesús entiende su vida y su misión como un acercarse al que sufre. Jesús quiere que todos los oprimidos tengan liberación y gracia. Por eso, él fue cercano con la realidad marginada de su pueblo: mujeres, niños, enfermos, cojos…
¿Qué nos quiere decir esto hoy a nosotros? En primer lugar, si la persona de Jesús es importante en mi vida, la pregunta que me debo hacer es: ¿cuál es mi vocación, a qué estoy llamado/a en esta sociedad?.
La vocación de los cristianos deber ser entendida como un autodonarse gratuitamente en solidaridad con el pueblo que sufre. Es hacer de nuestra vida todo un gesto de entrega y servicio a los pobres. La solidaridad no es sólo dar de comer al hambriento. Es también dar esperanza y dignidad a todas las personas que ya la han perdido, por causa del sistema neoliberal vigente que excluye y margina. Por eso, joven, responde con generosidad a la vocación a la que has sido llamado/a, de modo que seas buena noticia para la humanidad como lo fue Jesús.

III ANIVERSARIO DE LA TIENDA COMUNITARIA DE LA FRATERNIDAD
El día sábado 19 de agosto, la Tienda Comunitaria de la Asociación de Mujeres de La Fraternidad estuvo celebrando su tercer aniversario. El P. Mauricio Borge presidió una Eucaristía en la que se recogió la acción de gracias de las mujeres beneficiadas.
Esta obra, en sus comienzos pequeña, es hoy todo un modelo de organización popular. Tienen actualmente un sitio adecuado y amplio para la venta de productos de primera necesidad.
En la celebración las mujeres expresaban su alegría de haber hecho camino juntas y de trabajar por este proyecto que inicialmente se pensó para el apadrinamiento de los niños y niñas de la comunidad que están en situación de pobreza extrema. Ellas daban gracias Dios, a PROCLADE y a los Misioneros Claretianos por la ayuda y acompañamiento que les han brindado.
Ana Deidalia Navarro, presidenta reelecta de la Asociación, nos comentó: “Este año hemos avanzado bastante. Nos sentimos bien pues la tienda se encuentra en un lugar apropiado. La gente de aquí y de otras comunidades vienen a comprar a nuestra tienda y esto nos enorgullece”.
Nuestra sincera felicitación a todas estas mujeres valientes que se han comprometido en la organización y que creen que la solidaridad es posible cuando trabajamos unidos y unidas por la VIDA.

SOLIDARIDAD
Mantener siempre atentos los oídos al grito de dolor de los demás y escuchar su llamada de socorro es solidaridad.
Mantener la mirada siempre alerta y los ojos tendidos sobre el mar en busca de algún náufrago en peligro es solidaridad.
Sentir como algo propio el sufrimiento del hermano de aquí y del de allá, hacer propia la angustia de los pobres es solidaridad.
Llegar a ser la voz de los humildes, descubrir la injusticia y la maldad, denunciar al injusto y al malvado es solidaridad.
Dejarse transportar por un mensaje cargado de esperanza, amor y paz hasta apretar la mano del hermano es solidaridad.
Convertirse uno mismo en mensajero del abrazo sincero y fraternal que unos pueblos envían a otros pueblos es solidaridad.
Compartir los peligros en la lucha para vivir en justicia y libertad arriesgando en amor hasta la vida es la prueba mayor de la amistad, es vivir y morir por Jesucristo, es
solidaridad.